Discusión:Medio humano

De Atlas Nacional de España
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El análisis del medio humano en el mundo y la posición de España en él, sigue un esquema analítico similar al adoptado para el medio natural. Se comienza cartografiando un conjunto de datos demográficos significativos, para luego abordar las actividades productivas a partir de diversos valores cuantitativos. A continuación se plantea el estudio del gasto en servicios básicos, como la educación y la salud, y en I+D por países, bajo el rótulo de «servicios y equipamientos sociales». El siguiente apartado se reserva a los transportes, seguido de un conjunto de mapas sobre indicadores macroeconómicos relevantes y una última reseña al medio ambiente, condicionado por la acción humana.


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Texto: Rubén C. Lois González, Francisco Cebrián Abellán, Jacobo García Álvarez, Carlos Macía Arce, Valerià Paül Carril, María José Piñeira Mantiñán. Véase la lista de participantes


Demografía

Mapa de población y densidad de población en el mundo. 2015. PDF. Datos

La situación poblacional española se asemeja a la de muchos países desarrollados de nuestro entorno. Sus caracteres se explican por su historia reciente y por la forma en que la transición demográfica se ha acomodado a la transformación de la sociedad en las últimas décadas. En 2017 la población mundial se aproxima a los 7.500 millones de habitantes, repartidos entre grandes regiones con comportamientos demográficos diferentes y estructuras bastante contrastadas. Mientras algunos territorios han aumentado su población, la Unión Europea ha ido perdiendo protagonismo (6,9% de los efectivos mundiales). En este contexto, España, que tiene un peso demográfico intermedio, en equilibrio con algunos de nuestros vecinos y socios europeos (Alemania, Reino Unido, Francia e Italia), aporta aproximadamente el 6,3‰ de los habitantes del planeta. A 1 de enero de 2017 se contabilizaba 46.528.966 habitantes.

Desde el punto de vista de las dinámicas demográficas, los crecimientos más elevados se dan en los países del África subsahariana. Europa, en cambio, presenta tasas muy bajas, y en ocasiones incluso aparecen pérdidas de población, como ocurre en varios países de la Europa mediterránea. En los últimos 65 años, como muestran los gráficos de Evolución de la población y Evolución de la densidad en el mundo, la población mundial se ha más que duplicado, diferenciándose claramente el comportamiento más acelerado de los países menos desarrollados que triplican su densidad de población frente a las regiones más avanzadas que apenas mantienen los registros de mediados del siglo XX. El mapa matiza esta apreciación general y permite distinguir un continente europeo con densidades elevadas junto con los países del Asia meridional, oriental y sudoriental, algún país del África oriental y subsahariana y centroamérica frente al resto del mundo que, aun sosteniendo una dinámica demográfica más progresiva, no alcanza la densidad de las regiones que se acaban de citar; estas han sostenido históricamente una carga poblacional elevada.

  • Gráfico estadístico de evolución de la población en el mundo. 1950-2015.
  • Gráfico estadístico de evolución de la densidad de población en el mundo. 1950-2015.

España ha tenido durante el siglo XX una dinámica apoyada sobre todo en su crecimiento natural, desacelerándose con el paso del tiempo. Desde entonces, se ha reducido el comportamiento natalista de la sociedad, se han mejorado los servicios sanitarios, así como la dotación de infraestructuras y equipamientos. Como resultado, presenta un crecimiento muy reducido, incluso negativo entre 2012 y 2017. Pero, a su vez, nuestro país se ha convertido en uno de los más longevos del planeta (la esperanza de vida al nacer es de 82,8 años en 2015, dos años y medio más que en 2006), ha aumentado la edad media de la población (44,3 años en 2006 frente a 46,4 en 2015), se ha reducido el número de hijos por mujer (1,36 hijos por mujer en 2006 y 1,33 en 2016) y se ha retrasado la edad media de la maternidad (que ha pasado de 30,9 en 2006 a 31,9 en 2015). Son indicadores propios de países que participan en los caracteres de la segunda transición demográfica.

  • Mapa de esperanza de vida al nacer en el mundo. 2010-2015. PDF. Datos
  • Gráfico estadístico de evolución de la esperanza de vida al nacer en el mundo. 1950-2015.

Los mapas que representan las variables demográficas de natalidad, fecundidad y mortalidad en todos los países del mundo son bien expresivos a este respecto. En el mapa Tasa bruta de natalidad destaca claramente el continente africano con la mayor parte de los países con tasas por encima del 30‰; le siguen los países de Asia central y meridional y a continuación Iberoamérica, China, Australia, Rusia y Estados Unidos con tasas entre el 12‰ y 20‰; por último, se configura una Europa central y meridional que no supera la tasa de 10‰.

  • Mapa de tasa bruta de natalidad en el mundo. 2010-2015. PDF. Datos
  • Gráfico estadístico de evolución de la tasa bruta de natalidad en el mundo. 1950-2015.

El mapa Tasa bruta de mortalidad ofrece altos valores en el África subsahariana y también en los países envejecidos europeos; en los primeros, se une a una baja esperanza de vida al nacer, mientras en los segundos, a pesar de superar muchos de ellos los 80 años de esperanza de vida, mantienen tasas de mortalidad muy elevadas (ver el mapa Índice de juventud, en el que los contrastes entre las grandes regiones citadas es patente, con un escaso peso la población joven en el continente europeo, mientras en el africano los jóvenes adquieren un protagonismo claro).

  • Mapa de tasa bruta de mortalidad en el mundo. 2010-2015. PDF. Datos
  • Gráfico estadístico de evolución de la tasa bruta de mortalidad en el mundo. 1950-2015.
  • Mapa de índice de juventud en el mundo. 2010-2015. PDF. Datos
  • Gráfico estadístico de evolución del índice de juventud en el mundo. 1950-2015.

El mapa Tasa de fecundidad es, si cabe, más expresivo todavía en relación al comportamiento demográfico contrapuesto entre el mundo desarrollado y los países pobres; son muchos los países africanos con más de seis hijos por mujer en edad de procrear, mientras en Europa no se superan los dos.

  • Mapa de tasa de fecundidad en el mundo. 2010-2015. PDF. Datos
  • Gráfico estadístico de evolución de la tasa de fecundidad en el mundo. 1950-2015.

Por último, el mapa Tasa de mortalidad infantil vuelve a marcar la diferencia entre países desarrollados y pobres; en los primeros la tasa promedio está por debajo del 5‰, mientras en los segundos supera los 60‰.

  • Mapa de tasa de mortalidad infantil en el mundo. 2010-2015. PDF. Datos
  • Gráfico estadístico de evolución de la tasa de mortalidad infantil en el mundo. 1950-2015.

La población, como es bien sabido, no tiene una distribución regular en el territorio; puede que el movimiento espacial de los contingentes demográficos más destacable en los últimos siglos haya sido provocado por la atracción de las ciudades. El crecimiento de la población urbana es bien marcado en todas las regiones del mundo, aunque sean, por un lado, los países ricos los que detenten un porcentaje mayor de habitantes residentes en núcleos urbanos y, por otro, aquellos que por razones históricas primaron el asentamiento poblacional en las ciudades. Llama la atención en el mapa la existencia de grandes aglomeraciones urbanas, acumulando algunas de ellas más de 35 millones de habitantes.

  • Mapa de población en áreas urbanas. 2014. Mundo. PDF. Datos
  • Gráfico estadístico de evolución de la población en áreas urbanas del mundo. 1950-2015.

En relación a los movimientos migratorios, España ha sido un país de emigrantes, que se han dirigido, dependiendo de los momentos y los contextos, hacia el norte de África, Sudamérica y Europa. Esta situación se ha mantenido con temporalidades e intensidades diferentes hasta finales del siglo XX. Desde entonces, ha sido foco de atracción de inmigrantes iberoamericanos (sobre todo de Ecuador, Colombia, Venezuela y Perú), africanos (especialmente de Marruecos) y europeos (mayoritariamente rumanos, británicos y portugueses). En la primera década del siglo XXI ha sido el país europeo con saldo migratorio neto más alto (5,6 millones de inmigrantes entre 2000 y 2012). A partir de la crisis de 2008 se ha reducido la llegada de extranjeros y se ha reactivado la salida de españoles. Estos inmigrantes, independientemente de su procedencia, ha sido el principal motor de crecimiento final de la población española en los últimos años.


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Texto: Rubén C. Lois González, Francisco Cebrián Abellán, Jacobo García Álvarez, Carlos Macía Arce, Valerià Paül Carril, María José Piñeira Mantiñán. Véase la lista de participantes


Actividades productivas

Mapa de ocupación del suelo en el mundo. 2014. PDF. Datos
Mapa de empleo en agricultura en el mundo. 2010-2015. PDF. Datos

Las actividades primarias son aquellas que extraen bienes y recursos del medio. De los tres factores de producción (tierra, trabajo y capital), la tierra cobra un papel fundamental. Ello contrasta con los otros sectores económicos (secundario y terciario), donde los restantes factores de producción desplazan al primero como imprescindible para producir. En este sentido, España se sitúa en la franja de tierras cultivables y cultivadas del planeta, extendida por las latitudes templadas. Este hecho es significativo, pues se calcula que menos de un tercio de la Tierra es apta para ser cultivada y sólo en torno a un 10% labrada. Esta repartición mundial sobre todo tiene que ver con el clima, en particular con unas temperaturas moderadas y una precipitación favorable. Hacia latitudes más altas, la franja de los cultivos da paso a la taiga (extensas superficies arboladas de coníferas) y a la tundra; en dirección al ecuador, la vegetación se degrada rápidamente en el cinturón desértico del Sáhara, donde los cultivos son imposibles debido a los nulos recursos hídricos disponibles por la escasez de precipitación. Es por esta razón que el territorio español presenta globalmente una vocación agraria. Se trata de una característica distinta a la mayor parte del planeta, donde las temperaturas demasiado bajas o las precipitaciones impiden los cultivos; o bien con aquellas áreas de la Tierra, por ejemplo las ecuatoriales y la franja de la taiga, donde la producción natural de biomasa forestal es extraordinaria. De todos modos, cabe no perder de vista que el actual cambio climático puede provocar variaciones en estos patrones.

Sin embargo, resulta irónico constatar que España presente un porcentaje de población activa dedicada a la agricultura bajo, en relación al conjunto planetario. Según el Banco Mundial para 2015, ese dato es del 4,1%, mientras que el único año con media mundial disponible, el 2010, se alcanza un nivel del 29,5%. Este contraste es debido a la asociación del nivel de desarrollo con la industrialización y terciarización de la economía. De este modo, los países del norte, denominados «desarrollados», presentan débiles porcentajes de población ocupada en el sector primario, mientras que los del sur global se sitúan con frecuencia en umbrales superiores a la mitad de la población activa. En efecto, con los propios datos del Banco Mundial, aquellos 77 países y territorios considerados de ingresos altos, entre los que se encuentra España, presentan una media del 3,1% para este indicador, mientras que la media para el resto, los más de 140 considerados de ingresos bajos y medios, supera el 36%.

Con el nivel de desarrollo y la industrialización se relaciona el consumo de energía eléctrica. España se sitúa en la banda alta de este indicador, mientras que la mayor parte de los países africanos, asiáticos y latinoamericanos presentan niveles mucho más bajos. No obstante, determinados estados con gran cantidad de recursos petrolíferos disponibles como Arabia Saudí y otros del golfo Pérsico superan a España. También se encuentran por encima otros países desarrollados tales como Noruega, Estados Unidos o Australia.

  • Gráfico estadístico de evolución del consumo final de energía eléctrica en el mundo. 2011-2014.
  • Mapa de consumo de energía eléctrica en el mundo. 2014. PDF. Datos
  • Gráfico estadístico de evolución del consumo de energía eléctrica per cápita en el mundo. 2011-2014.

Por todo ello, se puede inferir que España es un país donde la agricultura domina en el paisaje como actividad productiva, lo cual es excepcional dentro del planeta. Sin embargo, desde el punto de vista de la fuerza laboral y del consumo energético, su economía se caracteriza por la industria y los servicios.


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Texto: Rubén C. Lois González, Francisco Cebrián Abellán, Jacobo García Álvarez, Carlos Macía Arce, Valerià Paül Carril, María José Piñeira Mantiñán. Véase la lista de participantes


Servicios y equipamientos sociales

Un acercamiento al panorama mundial sobre el desarrollo ya no puede basarse tan sólo en datos económicos, como la producción o la riqueza total. A lo largo de los últimos decenios se ha insistido mucho en el concepto de «desarrollo humano», que subraya los aspectos sociales del bienestar y los potenciales de mejora de la población. Por esto, el análisis de un conjunto significativo de servicios y equipamientos públicos por países resulta enormemente relevante. En este contexto cabe aproximarse a la situación de España en el planeta y a su vinculación con los países desarrollados, basada en variados indicadores, entre los que se han representado tres en los mapas, que se consideran muy relevantes: el gasto público en educación, en salud y en investigación y desarrollo (I+D), expresados en todos los casos en porcentajes sobre el PIB de cada país. De esta forma, es factible medir el esfuerzo que cada nación realiza en la consolidación de unos servicios públicos de calidad.

En el gráfico Evolución del gasto en investigación y desarrollo en el mundo en los últimos veinte años se aprecia una curva ascendente con un crecimiento acumulado próximo al 20% desde 1996. La representación de los datos en salud en el gráfico Evolución del gasto en salud muestra una curva con mayor tendencia a la estabilidad, cosa que puede resultar engañosa, ya que el gran esfuerzo que se realizó en mejorar la sanidad desde mediados del siglo XX en todos los continentes justificaba una cifra de partida superior al 8% del PIB en 1995. Por su parte, el I+D pasa de un valor en torno al 1,4% a otro próximo al 1,7%, en una evolución sin grandes sobresaltos, aunque se produzcan pequeños retrocesos en años de crisis como en 2010, tal y como se puede apreciar en el gráfico.

  • Gráfico estadístico de evolución del gasto en investigación y desarrollo (I+D) en el mundo. 1996-2014.
  • Gráfico estadístico de evolución del gasto en salud en el mundo. 1995-2014.

Mapa de gasto público en educación en el mundo. 2010-2016. PDF. Datos

Con respecto al mapa Gasto público en educación para 2010-2016, España se encuentra situada claramente en el contexto europeo y del conjunto de países desarrollados, aunque en un nivel un poco más bajo que algunas naciones vecinas. De hecho, el porcentaje consignado, del 4 al 4,9%, es inferior al de Francia, Portugal, Bélgica, Reino Unido y Alemania, y sólo supera a la franja correspondiente a Rumania entre los miembros de la UE. Con valores similares se sitúan Italia, Bulgaria o la República Checa. A escala mundial, los territorios que más esfuerzo realizan en educación son los nórdicos (Suecia, Finlandia, Noruega e Islandia), Nueva Zelanda y, sorprendentemente, algunas naciones africanas (Zimbabwe, Namibia, etc.). Los que menos también se encuentran en África, así como en algunas partes de Asia (Pakistán, Kazajistán, Camboya, etc.).

Mapa de gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) en el mundo. 2010-2014. PDF. Datos

Por lo que se refiere al gasto en I+D, el mapa presenta un número importante de países sin datos. Este hecho se relaciona con la dificultad de medir un indicador socioeconómico no considerado básico en parte del mundo. Entre los países que cuentan con informaciones, España vuelve a situarse entre los que realizan menor esfuerzo en I+D entre los desarrollados. Su porcentaje promedio del 1 al 2% es inferior a Francia, Alemania, los países del antiguo Benelux, China o Estados Unidos, por citar ejemplos muy destacados. Se aproxima a los de Italia, Turquía, Canadá o Brasil, y también es mucho menor que los correspondientes a Japón. En este aspecto, España se aleja todavía mucho de las previsiones que la Estrategia Europea fija como objetivo para el 2020 (ente el 2 y el 3%), si bien destaca claramente sobre los valores de las naciones africanas, de la América hispana o del sur de Asia.

Mapa de gasto en salud en el mundo. 2014. PDF. Datos

Finalmente, el gasto en salud en España se encuentra también en una situación similar a la de los dos indicadores anteriores, con la novedad de que para este caso hay datos de todos los países menos Somalia y Corea del Norte. A este respecto, cabe precisar que nuestro país posee uno de los mejores sistemas de salud del mundo, según ha reconocido la Organización Mundial de la Salud (OMS), con lo que el menor nivel de gasto no se traduce en deficiencias apreciables en el funcionamiento de los hospitales y centros de atención primaria. A partir del mapa se observa, por tercera vez, el menor esfuerzo español en relación al PIB (entre un 7,5% y un 9,9%) que los principales vecinos de Europa occidental (Francia, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Suecia y Finlandia). Por supuesto, inferior a Estados Unidos, donde la marcada hegemonía de los seguros y sistemas privados de salud no se ha traducido en buenos indicadores en morbilidad o esperanza de vida. En este caso, España destaca junto con Europa, América del Norte y Japón frente al resto del mundo, ya que para este indicador las diferencia son mucho más marcadas.


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Texto: Rubén C. Lois González, Francisco Cebrián Abellán, Jacobo García Álvarez, Carlos Macía Arce, Valerià Paül Carril, María José Piñeira Mantiñán. Véase la lista de participantes


Transportes

El transporte hay que interpretarlo como un sector clave a la hora de impulsar el comercio, el crecimiento económico, la creación de empleo y la prosperidad de un país, sobre todo en un mundo cada vez más competitivo y globalizado. La sociedad y las empresas demandan una movilidad intensa y variada, que requiere un sistema de transportes complejo y adaptado a las necesidades y que garantice los desplazamientos de personas y mercancías de forma eficiente y segura en términos económicos.

Desde el Tratado de Roma de 1957, en el que el transporte se entendía como garante para la circulación de personas, servicios y mercancías, las políticas del sector han ido adquiriendo progresivamente un mayor protagonismo. Sin embargo, no fue hasta el 2001 con la publicación del Libro blanco del transporte, presentado por la Comisión Europea, cuando estas empezaron a entenderse como una herramienta clave para cohesionar el territorio y hacer frente al crecimiento desigual de los distintos medios de desplazamiento, la congestión de las carreteras y los crecientes niveles de contaminación. Actualmente, tal y como se plasma en el Libro blanco del transporte de 2011, las líneas de intervención centran su foco de interés en la conectividad e integración de los diferentes modos de transporte e interoperabilidad de las distintas redes nacionales de los Estados miembros.

Mapa de corredores de mercancías de la red TEN-T que pasan por España. Ferrocarriles. 2017. Mediterráneo occidental. PDF. Datos
Mapa de corredores de mercancías de la red TEN-T que pasan por España. Carreteras. 2017. Mediterráneo occidental. PDF. Datos

Desde la Comisión Europea se ha definido una Red Transeuropea de Transporte TEN-T (Trans-European Network Transport), cuya estructura se sustenta en una red global que integra todas las infraestructuras y sirve de base para determinar los proyectos de interés común; y una red básica, compuesta por las partes de la red global que tienen una importancia estratégica. De los nueve corredores que componen la red básica, dos de ellos atraviesan la península ibérica: el corredor Atlántico y el Mediterráneo.

El corredor Atlántico está compuesto por un eje norte-sur que une las ciudades de Oporto, Aveiro, Lisboa y Sines; y dos ejes con dirección oeste-este permitiendo la interconexión, por un lado, entre Aveiro, Valladolid, Vitoria, Bergara y Bilbao para luego continuar por Burdeos, París, Metz y Estrasburgo; y por otro entre Lisboa y Madrid.

Por lo que respecta al corredor Mediterráneo, se extiende desde la frontera con Ucrania, pasando por Hungría, Eslovenia, Croacia, norte de Italia, sur de Francia y se adentra en España por Figueres hasta llegar a Barcelona. A partir de ahí se bifurca en dos ramales: uno interior, que conecta Barcelona con Zaragoza y Madrid y tiene continuidad por el corredor Atlántico hasta la capital portuguesa; y otro costero que pasa por Tarragona, Valencia, Murcia, Antequera y Sevilla. Finalmente, cabe señalar que existe un corredor considerado Atlántico y Mediterráneo que va desde Algeciras a Madrid.

Para el Horizonte 2030 están previstos una serie de proyectos de mejora en todos ellos, sobre todo en lo que atañe al transporte de mercancías por ferrocarril. Entre los retos a afrontar se encuentran las líneas de vía única, la falta de electrificación, el distinto ancho de vía en España y los países vecinos, su adecuación al ancho estándar internacional de 1.435 mm, el acondicionamiento de las infraestructuras para admitir trenes de hasta 740 m y la implementación del sistema ERTMS (European Rail Traffic Management System). De esta manera, en España se podrá incrementar el transporte interno e internacional de mercancías por ferrocarril, al tiempo que se fortalecerá la posición estratégica de nuestro país como bisagra para el comercio internacional entre Latinoamérica, norte de África y los países de la Unión Europea.


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Texto: Rubén C. Lois González, Francisco Cebrián Abellán, Jacobo García Álvarez, Carlos Macía Arce, Valerià Paül Carril, María José Piñeira Mantiñán. Véase la lista de participantes


Estructura socioeconómica

La presentación de tres mapas del mundo y varios gráficos complementarios trata de sintetizar las diferencias económicas, de bienestar y de desarrollo humano existentes en la actualidad entre los diversos ámbitos. Así, en primer lugar, se cartografía el PIB per cápita por países y por persona, en el período 2011-2015. A continuación, para medir la salud de las diferentes economías nacionales se ha estimado conveniente representar la deuda pública existente, expresada en porcentaje del PIB. El nuevo enfoque de la calidad de vida ha obligado a confeccionar un mapa con el Índice de Desarrollo Humano.

Sobre el mapa PIB per cápita mundial y la posición de España en este valor tan clásico para la medición de los niveles de desarrollo, cabe precisar que nuestro país se sitúa claramente dentro del mundo rico. Esto se constata con un registro que supera los 20.000 dólares por habitante, más del doble de lo que el gráfico Evolución del PIB per cápita representa de media para el conjunto mundial. La renta por habitante en el mundo se ha incrementado de forma decidida desde finales de los años setenta, a pesar de algún freno como la crisis económica de 2008, pero no alcanza ni mucho menos los valores característicos de Europa, América del Norte, ciertas naciones de la península arábiga, Oceanía, Japón y Corea del Sur en la actualidad. En este contexto, España todavía se presenta alejada de los países con los mayores PIB per cápita del mundo, como Noruega, Suiza, Qatar, Estados Unidos o Australia, pero en una gama baja se asimila a buena parte de las potencias centrales de la Unión Europea. Por el contrario, África continúa siendo el continente más pobre y algunos grandes territorios asiáticos (India, Vietnam, Filipinas, etc.) o modestos del centro y sur de América (Haití, Nicaragua, Honduras, Bolivia, Paraguay, etc.), la siguen con unos valores desfavorables, en general más atenuados.

  • Mapa de producto Interior Bruto per cápita en el mundo. 2011-2015. PDF. Datos
  • Gráfico estadístico de evolución del producto interior bruto per cápita en el mundo. 1960-2015.

Un segundo indicador económico muy importante es el reflejado en el mapa Deuda pública que muestra una evidente paradoja del mundo actual, pues aunque la mayoría de los expertos advierten que un valor próximo o superior a 100% del PIB es peligroso para el crecimiento y la estabilidad del país, resulta que la mayoría de los territorios que poseen los registros más elevados son naciones ricas. Sobresalen Estados Unidos, Japón, Italia, Portugal y Grecia. Exceptuando estos dos últimos, muy afectados por los efectos de la crisis financiera reciente, algunas economías opulentas han optado por desarrollar políticas expansivas y deficitarias, ya que su posición como potencias fiables y seguras, y centros del capital mundial, se lo permite. En otros casos, como España y, en general, todo el occidente europeo, los valores son moderadamente elevados, cuya explicación se encuentra en un razonamiento similar. En la situación opuesta, están economías como Rusia, Uzbekistán, Argelia, Irán o la República Democrática del Congo donde la deuda pública no llega al 20% del PIB.

  • Mapa de deuda pública en el mundo. 2015. PDF. Datos
  • Gráfico estadístico de evolución de la deuda pública en el mundo. 2007-2015.

El panorama mundial cartografiado en el mapa Índice de Desarrollo Humano (IDH) es muy claro respecto a aquellos países desarrollados (o ricos), donde los ciudadanos gozan de elevados niveles de bienestar, los pobres, definidos por sus carencias, y un conjunto intermedio de naciones emergentes, con un elevado volumen de población total, cuya situación es intermedia. Entre los primeros, América del Norte, Europa occidental y central, Oceanía, Japón, Corea del Sur, el cono sur americano y Arabia. Entre los países subdesarrollados en términos cualitativos están el África intertropical, Centroamérica y, de forma más matizada, buena parte del sur de Asia. Grandes potencias como China, Rusia o Brasil se encuentran con registros del IDH situados entre los dos polos anteriores.

Mapa de índice de desarrollo humano en el mundo. 2014. PDF. Datos


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Texto: Rubén C. Lois González, Francisco Cebrián Abellán, Jacobo García Álvarez, Carlos Macía Arce, Valerià Paül Carril, María José Piñeira Mantiñán. Véase la lista de participantes


Medio ambiente

Mapa de emisiones de CO2 en el mundo. 2013. PDF. Datos

Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de origen antrópico se han incrementado de forma constante desde el inicio de la revolución industrial. El dióxido de carbono es el principal gas causante del efecto invernadero, junto con el metano (CH4), óxido nitroso (N2O) y los hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6 ).

Estas emisiones han provocado que su concentración en la atmosfera pase de poco menos de 280 partes por millón (ppm) en la época preindustrial, a 370 ppm en la actualidad.

Según el propio Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, los efectos de las emisiones, así como de otros factores antrópicos, se han detectado en todo el sistema climático y han sido la causa dominante del calentamiento observado a partir de la segunda mitad del siglo XX. La relación entre calentamiento del clima a escala mundial y la influencia humana en este hecho es inequívoca. Desde mediados del pasado siglo la atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido y el nivel del mar se ha elevado.

A escala global, el crecimiento económico y demográfico son los dos factores que más han influido en el aumento de emisiones de CO2. Si bien hasta principios del siglo XX la silvicultura y los usos del suelo eran la mayor fuente de emisión de CO2 de origen antrópico, en la actualidad la quema de combustibles fósiles para el transporte y la generación de energía suponen el 75% de las emisiones. Tras estos sectores, los incendios forestales, el sector agrario y otros procesos industriales completan la casi totalidad de las emisiones.

Gráfico estadístico de evolución de las emisiones de CO2 en el mundo. 1960-2013.

El gráfico Evolución de las emisiones de CO2 en el mundo muestra cómo la emisión media de CO2 por persona se ha incrementado en más del 60% en los últimos 50 años, y se sitúa en la actualidad en torno a cinco toneladas/año. El mapa Emisiones de CO2 en 2013 muestra una gran heterogeneidad territorial en función del grado de industrialización y del uso de combustibles fósiles en cada país. Así, en la mayoría de países de Sudamérica, África y sudeste asiático, la media no alcanza las dos toneladas/año, mientras que en Australia y los países norteamericanos se dispara por encima de las 12,5 toneladas. Una gran parte de países europeos, excepto Noruega, se encuentran por debajo de las 10 toneladas.

En términos globales, las emisiones alcanzan casi los 36.000 millones de toneladas anuales, habiéndose multiplicado por 3,8 en el último medio siglo. Por países, China emite casi un tercio de las emisiones globales y, junto a Estados Unidos, suman el 43% del total emitido. España, por su parte, ocupaba el puesto 24 en cantidad de emisiones en el año 2015, con unos 263 millones de toneladas (0,73% del total) muy cerca de la media con 5,7 toneladas por habitante y año.

La pérdida de suelo a causa de la erosión supone un grave problema ambiental de escala global. El suelo fértil es el sustento fundamental de todo ecosistema, además de asegurar el suministro de alimentos.

Mapa de degradación del suelo. 1991. Mundo. PDF. Datos

El mapa de Degradación del suelo se ha elaborado a partir del World Map of the Status of Human-Induced Soil Degradation resultado de un estudio global del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. En él está cartografiada la causa principal de la pérdida de suelo por erosión en cada zona del planeta, así como su nivel de degradación.

Se distinguen dos grandes tipos de degradación del suelo. En el primero, la degradación se produce por el desplazamiento de los materiales que componen el suelo, fundamentalmente por erosión eólica e hídrica. El segundo tipo es el resultado de la degradación interna del suelo; en ella se distinguen factores físicos (compactación, inundación y subsidencia) y factores químicos (pérdida de materia orgánica, salinización, acidificación y contaminación).

A gran escala, la influencia de las zonas climáticas en la vegetación determina el tipo de erosión predominante. Así, en las zonas templadas, principalmente del hemisferio norte, las pérdidas de suelo son moderadas y se producen, en su mayoría, por erosión hídrica, como el caso de España, excepto en el sudeste peninsular donde existe una degradación más severa del suelo. En las zonas desérticas, principalmente en el norte de África y centro de Asia, la erosión eólica es la predominante debido a su escasa cubierta vegetal.

Otros fenómenos locales dignos de señalar son la importante degradación química por contaminación en el norte de Europa debido a la intensiva ocupación industrial o la importante presencia de suelos estabilizados por la intervención humana en la India para usos agrarios.


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Texto: Daniel Reinoso Moreno. Véase la lista de participantes


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Bibliografía

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