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Magnitudes macroeconómicas

353 bytes añadidos, 12:38 3 mar 2020
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[[Archivo:Espana Evolucion-del-empleo-por-rama-de-actividad 2000-2015 graficoestadistico 14353 spa.jpg|right|thumb|Gráfico estadístico de evolución del empleo por rama de actividad. 2000-2015. España.]]
El análisis de la distribución geográfica del empleo en España, así como de su composición sectorial, guarda una estrecha correspondencia con lo antedicho sobre el PIB y el VAB. Solamente las diferencias intersectoriales en la [https://www.ine.es/ss/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application%2Fpdf&blobheadername1=Content-Disposition&blobheadervalue1=attachment%3B+filename%3DINDcap06.pdf&blobkey=urldata&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=637%2F236%2FINDcap06%2C0.pdf&ssbinary=true productividad aparente del trabajo ] (cociente entre el valor de la producción y el número de trabajadores o, de forma más precisa, el número de horas trabajadas) introducen contrastes entre las estructuras de ambas variables, contrastes que se abordarán en párrafos posteriores.
Las personas empleadas, que representa el mapa ''[[:Archivo:Espana Empleo-por-rama-de-actividad 2012 mapa 14290 spa.jpg|Empleo por rama de actividad]]'', vuelven a disponerse a lo largo de un corredor litoral mediterráneo generador de puestos de trabajo, que contrasta con la escasa ocupación laboral registrada en el interior peninsular (y que resulta particularmente acusada a lo largo de la frontera hispano-portuguesa entre Ourense y Badajoz), excepción hecha de la metrópoli madrileña y del valle del Ebro (Álava, Navarra, La Rioja, Zaragoza). La cornisa cantábrica, por su parte, se distingue otra vez como contrapeso parcial a la concentración del empleo en el este y el sur del país, a la que tampoco son ajenos los dos archipiélagos.
El mencionado diferencial de productividad explica que la composición sectorial del empleo muestre una representación relativa mayor de determinadas actividades menos intensivas en capital, caso de la Administración pública y de los servicios asociados a ella (enseñanza, sanidad, asistencia social). Madrid destaca de forma patente en esta rama, lo mismo que otras [http://estudiosgeograficos.revistas.csic.es/index.php/estudiosgeograficos/article/view/421 provincias ] que albergan las sedes de los gobiernos autonómicos de comunidades pluriprovinciales, caso de Sevilla, Valencia, A Coruña (con Santiago de Compostela), Álava o Zaragoza. El relevante papel del sector público en el mantenimiento del empleo se aprecia con claridad especial en provincias poco pobladas del interior peninsular (Salamanca, Albacete, Badajoz…) y también en otras con crónicos problemas de desempleo y subempleo, caso de Cádiz, Córdoba o Jaén. El sector primario también aparece ahora con mayor nitidez que en el caso del VAB y demuestra su papel no simplemente abastecedor de alimentos y materias primas agrarias, sino también –y sobre todo– de factor de anclaje de la población en el territorio, entendido como un espacio extenso y no solamente como una red de ciudades. Provincias como Almería, Murcia, Huelva, Córdoba, Jaén, Granada, las dos extremeñas, Lleida, Lugo, A Coruña y Pontevedra albergan todavía notables contingentes de empleados en agricultura, ganadería, explotación forestal o pesca, en el caso de las provincias litorales.
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