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Discusión:Caracterización de la sociedad

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La Evolución de la población activa extranjera muestra un patrón cíclico marcado por las fluctuaciones económicas. En particular, los extranjeros de América Latina han experimentado la disminución más notable tras la crisis financiera de 2008, posiblemente debido a procesos de retorno a sus países de origen. La población activa extranjera presenta tasas de actividad superiores a las españolas en todas las comunidades autónomas. Su distribución territorial no es uniforme pues Cataluña, Madrid, la Comunitat Valenciana y Andalucía concentran un mayor volumen de población activa extranjera. Aunque predomina la población procedente del resto del mundo, la población de la Unión Europea también tiene una representación importante en algunas comunidades autónomas, especialmente en Canarias. En cambio, en la Región de Murcia su presencia es limitada, mientras que en Ceuta y Melilla es prácticamente inexistente.
Población ocupada
El mercado laboral español muestra una trayectoria sumamente procíclica, de tal manera que la Evolución de la distribución sectorial del empleo se caracteriza por un buen comportamiento en las fases expansivas y una rápida destrucción del empleo en las recesivas. Esta evolución refleja también la terciarización de la economía: el sector servicios se consolida como el principal generador de empleo, pues llega a aglutinar el 77% del mismo en 2023. En cambio, la industria y, especialmente, la construcción experimentaron notables pérdidas de empleo tras la crisis de 2008, mientras que la agricultura se ha mantenido relativamente estable, aunque con una baja participación en la ocupación total.
La dinámica del empleo en España se ve influenciada tanto por factores endógenos como externos, entre los que destaca la masiva incorporación de mano de obra inmigrante en la primera década del siglo XXI. La población inmigrante contribuyó al crecimiento del empleo, asumiendo con frecuencia trabajos poco cualificados y en sectores intensivos en mano de obra. Sin embargo, el impacto de la crisis redujo notablemente su presencia, especialmente por su afección al sector de la construcción donde trabajaba un alto porcentaje de inmigrantes, aunque en la actualidad se perciba una recuperación notable.
Cataluña es la comunidad autónoma con un mayor volumen de Población ocupada extranjera seguida por la Comunidad de Madrid y, a relativa distancia, por Andalucía y Comunitat Valenciana. La mayoría de los ocupados extranjeros no pertenecen a la Unión Europea, aunque en Castilla y León y Castilla-La Mancha se produce un mayor equilibrio y las personas procedentes de la Unión Europea casi representan la mitad de los ocupados extranjeros. Además, salvo en Asturias, Cantabria, País Vasco y Madrid, la ocupación de extranjeros hombres supera a la de las mujeres.
La dedicación a los cuidados tiene un impacto directo en el mercado de trabajo, tanto en lo que respecta a las excedencias como a la inactividad laboral o jornada a tiempo parcial motivadas por la prestación de cuidados. Así, los datos relativos a las Excedencias por cuidados de hijos y familiares reflejan de nuevo un escenario de desigualdad entre hombres y mujeres, siendo ellas las que, en todas las comunidades autónomas, asumen de manera muy mayoritaria las excedencias. Sin embargo, se aprecia un incremento de las excedencias masculinas, que han experimentado un crecimiento del 175,3% entre 2010 y 2021 en el conjunto de España. Por otra parte, la dedicación a los cuidados explica en buena medida los porcentajes de Inactividad y trabajo a tiempo parcial de las mujeres por responsabilidades familiares, hasta el punto de que en 2022 más del 20% de la inactividad laboral de las mujeres y el 15% de su trabajo a tiempo parcial se explicaba por el cuidado de niños o adultos enfermos incapacitados o mayores. La distribución de las Horas dedicadas al cuidado según sexo evidencia también la asimetría existente entre hombres y mujeres en estas tareas, con un alto porcentaje de mujeres que refieren dedicar tres o más horas al cuidado de personas dependientes.
La dependencia familiar y la feminización de los cuidados podrían verse paliados por la extensión de los sistemas públicos de servicios sociales autonómicos. Entre ellos destaca el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) que reconoce la prestación económica para cuidados en el entorno familiar y apoyo a cuidados no profesionales para la atención a personas en situación de dependencia. Del mismo modo, la Ley 39/2006 de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia regula en su catálogo de servicios esta prestación económica y reconoce otra serie de servicios (servicio de atención residencial, servicio de centro de día, prestación económica vinculada al servicio, entre otras). Este sistema público de protección social contempla igualmente, en principio, prestaciones vinculadas con la provisión de cuidados ante situaciones de necesidad en otros colectivos, como personas con diversidad funcional, menores en situación de desprotección o víctimas de violencia de género. No obstante, debido a las carencias en las dotaciones presupuestarias, la diversidad territorial de las necesidades y la heterogeneidad de los sistemas públicos de servicios sociales persiste una notable desigualdad territorial en el acceso a dichos recursos sociales.
Así, por ejemplo, el mapa Población que se encarga de la mayor parte de los cuidados a menores o dependientes según sexoy edad, confirma la asimetría entre sexos en estas tareas y el protagonismo de las mujeres en todos los grupos de edad. Muestra, asimismo como esta situación es general pese al hecho de que algunos territorios con mayor densidad demográfica –como la Comunidad de Madrid, Cataluña o la provincia de Valencia– disponen de una mayor dotación de recursos institucionales para la provisión de cuidados a personas menores de edad o mayores dependientes que en el resto de España. Otra muestra de las carencias de la red institucional de cuidados, pública y privada, es la proporción de menores de tres años que acuden a centros de cuidados: aun cuando la situación española es mejor que la media europea, entre 2018 y 2021 cerca de la mitad de las criaturas de estas edades no se encontraban acogidos a este tipo de servicios.
Cabe destacar, asimismo que a partir de la pandemia de 2020 se detecta una refamiliarización de los cuidados, debida al cierre y posterior restructuración de distintos centros que prestaban cuidados institucionales, tales como centros de día, centros ocupacionales y centros de atención temprana, entre otros. La feminización de los cuidados y la refamiliarización que se produjo a raíz de la pandemia ha supuesto un amortiguador en el periodo de crisis económica y sociosanitaria, pero los déficits institucionales pueden venir a consolidar un retroceso en la situación de las mujeres y el derecho a los cuidados. La equidad de género en la prestación de los cuidados y la ampliación de las prestaciones y servicios que proveen los distintos sistemas de protección social continúan siendo uno de los grandes retos que se deberán afrontar en España en los próximos años.
Brecha de género
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