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Discusión:Caracterización de la sociedad

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<div style="font-size:120%; color:#93481b">Población activa</div>
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<div style="font-size:120%; color:#93481b">Población ocupada</div>
Otro rasgo endémico del mercado laboral son los bajos salarios, como evidencia el mapa ''[[:Archivo:XXX|Evolución de la población asalariada con salarios bajos]]'', influenciados probablemente por el alto nivel de paro, que lleva a las personas desempleadas a aceptar empleos mal retribuidos. Esta disparidad de la estructura salarial, superior a la de otros países europeos, contribuye a ampliar la pobreza, afectando especialmente a mujeres, jóvenes y personas con bajos niveles educativos. Se encuentran más expuestos los residentes en Canarias, Extremadura o Murcia. En cambio, en el País Vasco y Navarra y, en menor medida en Cataluña, los trabajadores con bajo salarios son relativamente menos frecuentes. La incidencia de bajos salarios se vincula principalmente a los convenios colectivos, aunque el salario mínimo interprofesional también puede contribuir. En este sentido, los recientes incrementos del salario mínimo interprofesional pueden aliviar esta problemática, aunque, si no se controla la inflación, resultarían insuficientes para compensar adecuadamente la subida del costo de vida.<br>
En 2022, la afiliación a la Seguridad Social alcanzó los 20.159.276 de trabajadores, reflejando un crecimiento sustancial, especialmente, del empleo femenino. Sin embargo, perdura una brecha de género en la ocupación evidente, pese a que las diferencias en la ocupación por sexo se han reducido desde 2008. De hecho, mientras que el empleo masculino aún no ha recuperado los niveles precrisis, el número de mujeres afiliadas a la seguridad social ha aumentado en casi 1,4 millones. Aun así, al profundizar en los datos, se observa que esta brecha se amplía en las mujeres en función del número de hijos que tienen. La ''[[:Archivo:XXX|Evolución de la tasa de empleo según número de hijos]]'' demuestra que aquellas que cuentan con tres o más hijos encuentran grandes dificultades para permanecer en el mercado laboral, con la exclusión de cerca de la mitad de ellas. Por contra, cuando es el hombre quien tiene familia numerosa, tiende a tener una mayor empleabilidad que los hombres sin hijos. Esto refleja nuevamente la desigual distribución de las responsabilidades del cuidado, evidenciando que son las mujeres quienes suelen renunciar a sus empleos en caso de maternidad.<br>
Las recientes reformas en la regulación de la contratación laboral han tratado de hacer frente a la alta temporalidad, muy presente tradicionalmente en el sector turístico y agrícola. La temporalidad se ve influida, en gran parte, por la estacionalidad del empleo y genera una mayor volatilidad de este durante periodos de incertidumbre económica, cuando los despidos se han utilizado como estrategia para adaptarse a las dinámicas del mercado. La incidencia de la temporalidad laboral resulta especialmente alta en regiones como Melilla (31,2%), Extremadura (28,8%), Andalucía (28,2%) y Canarias (24,9%). Además, se producen diferencias significativas entre las tasas de temporalidad de hombres y mujeres, siendo País Vasco y Navarra las comunidades autónomas con mayores disparidades.<br>
Muchos jóvenes se encuentran también atrapados en la temporalidad, lo que dificulta su emancipación y les somete a inestabilidad laboral. La temporalidad juvenil, exacerbada por la crisis del COVID-19, ha llevado a una elevada rotación en el empleo al no renovarse los contratos temporales en los periodos económicos adversos. Sin embargo, los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) evitaron una pérdida masiva de empleos y proporcionaron un colchón económico no sólo a los jóvenes, sino al conjunto de trabajadores afectados, contribuyendo a mantener la estabilidad laboral y la demanda interna en un contexto de incertidumbre económica global.<br>
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Las recientes reformas en la regulación de la contratación laboral han tratado de hacer frente a la alta temporalidad, muy presente tradicionalmente en el sector turístico y agrícola. La temporalidad se ve influida, en gran parte, por la estacionalidad del empleo y genera una mayor volatilidad de este durante periodos de incertidumbre económica, cuando los despidos se han utilizado como estrategia para adaptarse a las dinámicas del mercado. La incidencia de la temporalidad laboral resulta especialmente alta en regiones como Melilla (31,2%), Extremadura (28,8%), Andalucía (28,2%) y Canarias (24,9%). Además, se producen diferencias significativas entre las tasas de temporalidad de hombres y mujeres, siendo País Vasco y Navarra las comunidades autónomas con mayores disparidades.<br>
Muchos jóvenes se encuentran también atrapados en la temporalidad, lo que dificulta su emancipación y les somete a inestabilidad laboral. La temporalidad juvenil, exacerbada por la crisis del COVID-19, ha llevado a una elevada rotación en el empleo al no renovarse los contratos temporales en los periodos económicos adversos. Sin embargo, los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) evitaron una pérdida masiva de empleos y proporcionaron un colchón económico no sólo a los jóvenes, sino al conjunto de trabajadores afectados, contribuyendo a mantener la estabilidad laboral y la demanda interna en un contexto de incertidumbre económica global.<br>
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<div style="font-size:120%; color:#93481b">Población parada</div>
<div style="fontdisplay:inline; margin:0; padding:10px"><ul style="list-sizestyle:120%none; colorfloat:#93481bcenter; margin:0; padding:0">Población parada<li style="display:inline-block; vertical-align:top; margin:0; padding:0">[[Archivo:Enelaboracion.jpg|center|thumb|300px|'''17111''' [XXX PDF]. [XXX Datos]. [XXX Interactivo].]]</li><li style="display:inline-block; vertical-align:top; margin:0; padding:0">[[Archivo:Enelaboracion.jpg|center|thumb|300px|'''17110''' [XXX PDF]. [XXX Datos]. [XXX Interactivo].]]</li></ul><ul style="list-style: none; margin:0; padding:0"><li style="display:inline-block; vertical-align:top; margin:0; padding:0">[[Archivo:Enelaboracion.jpg|center|thumb|300px|'''18931''' [XXX PDF]. [XXX Datos]. [XXX Interactivo].]]</li><li style="display:inline-block; vertical-align:top; margin:0; padding:0">[[Archivo:Enelaboracion.jpg|center|thumb|300px|'''18930''' [XXX PDF]. [XXX Datos]. [XXX Interactivo].]]</li></ul><ul style="list-style: none; margin:0; padding:0"><li style="display:inline-block; vertical-align:top; margin:0; padding:0">[[Archivo:Enelaboracion.jpg|center|thumb|300px|'''18860''' [XXX PDF]. [XXX Datos]. [XXX Interactivo].]]</li><li style="display:inline-block; vertical-align:top; margin:0; padding:0">[[Archivo:Enelaboracion.jpg|center|thumb|300px|'''18859''' [XXX PDF]. [XXX Datos]. [XXX Interactivo].]]</li></ul></div> [[Archivo:Enelaboracion.jpg|right|thumb|300px|'''18854'''.]]
El mercado laboral español ha experimentado una fuerte volatilidad en la ''[[:Archivo:XXX|Evolución de la tasa de paro según sexo]]''. Esta ha conocido un fuerte incremento entre 2007 y 2013, coincidiendo con la recesión económica, y una paulatina recuperación posterior, con la intermisión de la pandemia COVID-19, que generó un pequeño pico de paro. Durante todo el periodo las tasas de paro femeninas se han mantenido por encima de las masculinas evidenciando desigualdades de género, que se ven reducidas durante los periodos de crisis. Esto se explica por el hecho de que la reestructuración de la economía ha afectado principalmente a la industria y la construcción, sectores fuertemente masculinizados. Otra razón es la mayor flexibilidad de la oferta laboral femenina, que lleva a que en épocas de crisis, ante caídas en los ingresos del hogar, sean ellas, que a menudo se encuentran inactivas, las que busquen empleo para mantener la economía familiar. La representación cartográfica de las tasas de paro muestra la existencia de notables contrastes entre el norte y el sur en España, donde comunidades como Andalucía, Extremadura o Canarias padecen altas cifras de paro como mal endémico.<br>
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<div style="font-size:120%; color:#93481b">Paro de larga duración</div>
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<div style="font-size:120%; color:#93481b">La importancia de los cuidados</div>
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<div style="font-size:120%; color:#93481b">Brecha de género y vulnerabilidad</div>
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<div style="font-size:120%; color:#93481b">Renta</div>
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<div style="font-size:120%; color:#93481b">Fuente de ingresos</div>
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<div style="font-size:120%; color:#93481b">Desigualdad</div>
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<div style="font-size:120%; color:#93481b">Pobreza</div>
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