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Los efectos de una pandemia como la sufrida por razón de la COVID-19 son difíciles de precisar, tanto a nivel planetario o global, como en cada uno de los países. Entre las repercusiones las hay tangibles e intangibles, a corto o largo plazo, personales o comunitarias, locales o nacionales e internacionales.
Sería un propósito inalcanzable medir con precisión, a todos los niveles y en los diferentes campos, el impacto producido por un fenómeno tan inesperado como severo. Tómese, por tanto, el contenido de esta sección como una propuesta que constata la incidencia de la pandemia COVID-19 en España en algunos aspectos que, al margen de los sanitarios, se han considerado más significativos.
Se han buscado aquellas facetas que cuentan con información cuantitativa y actualizada que nos permitan acercarnos a una representación lo más objetiva posible de lo acontecido. Los recursos gráficos y cartográficos, bien sostenidos por un soporte largamente pensado, no agotan las posibilidades de conformar una imagen acabada que hiciera posible percibir la totalidad de los efectos producidos. Son, tan solo, una manifestación de cariz epidérmico que esconde un fondo que quizás nunca se podrá desvelar.
El hilo argumental que sostiene la exposición de contenidos recorre un hipotético camino desde la respuesta a la pandemia que ha dado la gobernanza territorial hasta la incidencia producida en el entorno medioambiental. En medio se considera el brusco cambio operado en la movilidad de personas y mercancías, el impacto producido en las magnitudes macroeconómicas y sectores productivos, las transformaciones en el funcionamiento y estructura del mercado de trabajo, la influencia en la recaudación por parte de la hacienda pública, el embate sufrido por el sistema educativo por razón del confinamiento domiciliario y, por último, la movilización institucional y social que desencadenó un auténtico alud de acciones solidarias.
Puede que, de fijarnos tan solo en los temas citados, se nos escape la verdadera entidad del hecho vivido. Un virus, ente extremadamente insignificante por su tamaño, ha sido capaz de paralizar el mundo. Seguramente acertó Italo Calvino cuando, antes de morir en 1985, vaticinó que la levedad –lo que pesa poco y es diminuto– iba a ser uno de los valores imperantes en el tercer milenio; en el tema tratado en esta monografía, parece corroborarse aquella afirmación, hecha por el autor citado en relación a creatividad literaria, pues se ha constatado que algo tan diminuto ha provocado impactos de impensable calado.
El enorme problema vivido arrancó de algo extremadamente pequeño, desatando efectos inesperados por su envergadura: enfermedad, muerte, crisis social y económica. Puede que también vaya a incidir en un deseable cambio de paradigma de nuestra relación con el entorno, haciéndola más justa y sostenible. En todo caso, la comunidad humana ha demostrado, una vez más, su capacidad de reacción al procurar los auxilios sanitarios pertinentes para vencer a la pandemia en un tiempo muy corto y retomar con renovada energía el camino de la recuperación social y económica.
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