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A escala regional, el impacto negativo de la pandemia se puede observar en los mapas sobre Evolución mensual de los afiliados a la Seguridad Social. En la minería, las regiones que albergan las principales cuencas activas en España reflejan un ligero descenso de afiliados en 2020; destacan algunas del norte como La Rioja y Galicia, junto con Madrid, Comunitat Valenciana y Andalucía. En el subsector de energía también se constata un descenso similar que se manifiesta más claro en regiones como el País Vasco y Madrid. La industria (manufacturera), sigue la misma tendencia de descensos leves, evidentes en comunidades como Cataluña, Comunitat Valenciana y, de nuevo, País Vasco. Finalmente, es el subsector de construcción el más afectado al reducirse notablemente el número de obras durante el período analizado. En este sentido, la reducción del número de afiliados se expresa en todas las regiones pero, sobre todo, en las que albergan grandes áreas metropolitanas como Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunitat Valenciana, junto con algunas limítrofes, generalmente exportadoras de mano de obra, como es el caso de Castilla-La Mancha.
La Evolución mensual de los afiliados en ERTE, contabilizados para el período marzo-septiembre de 2020, es abultado en todos los ámbitos de la producción, con tendencia a una reducción a medida que corren los meses. Así, los gráficos reflejan cómo en minería, más de 1.600 trabajadores se encontraban en esta situación en los primeros meses, reduciéndose el número a partir de abril de 2020 y, sobre todo, durante los meses de verano; el porcentaje de trabajadores en ERTE en el subsector respecto al total nacional apenas muestra variación a lo largo del periodo. En energía, los afiliados en ERTE alcanzan su máximo en abril de 2020 para descender a continuación con la misma dinámica, a partir del vera- noverano. Por su parte, la industria reproduce la misma tendencia, si bien la proporción de los afiliados en ERTE del subsector manufacturero se mantiene estable en el conjunto nacional. Finalmente, es la construcción el subsector que mantiene una tendencia de claro descenso tanto en el número absoluto de afiliados en ERTE como en su participación en el total nacional. 
Especialmente significativo, como ha ocurrido en otros ámbitos, ha sido el aumento del teletrabajo, más en concreto en industria y en construcción, como muestra el gráfico Establecimientos que emplean teletrabajo. Antes del estado de alarma solo un 15% de los establecimientos industriales lo utilizaban, mientras que durante el mismo este porcentaje alcanzó casi el 60%. Situación parecida ofrece el caso de la construcción donde el porcentaje pasó de cerca del 8% a casi el 40%. Esta práctica laboral representa un cambio cualitativo en la forma de trabajar en las empresas industriales, todo hace pensar que se mantendrá en el futuro, aunque regulado y dimensionado sin la presión de la excepción sanitaria.
 
Por último, la producción y la cifra de negocios en estos subsectores se ha visto también alterada como consecuencia de la pandemia. La evolución mensual del índice de cifras de negocios en minería y en industria son ejemplo de ello. Tomando como referencia los valores de 2015, en ambos casos el descenso es evidente en 2020 respecto a 2019, principalmente en marzo y abril.
 
En construcción, el Índice de producción de la construcción refleja esta misma tendencia, aunque con una caída significativa a partir de julio de 2020.
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