🍪
Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar los servicios que ofrece y optimizar la navegación. Si usted continua navegando, consideramos que acepta su uso. Más información

Cambios

Saltar a: navegación, buscar

Discusión:Repercusiones ambientales

1782 bytes eliminados, 10:57 11 nov 2021
sin resumen de edición
La incidencia estacional durante el año 2020 manifestó en todo el mundo y también en España mayores afecciones y víctimas mortales durante los meses de invierno frente al verano. La transmisión mundial del coronavirus, desde el núcleo originario de Wuhan (China) hasta Europa y luego Norteamérica, no siguió el sentido de los vientos característico de latitudes medias dentro del esquema de la circulación general atmosférica; ello confirma que el factor humano ha sido el protagonista principal de la propagación. Sin embargo, en España la expansión del virus se retrasó unas semanas (hasta finales de febrero e inicios de marzo) respecto a otras zonas europeas, debido a las condiciones básicamente anticiclónicas del mes de febrero que favoreció, en general, el registro de temperaturas anormalmente cálidas en toda España y de valores de insolación elevados, propiciando el desarrollo de una mayor estancia de las personas al aire libre. Todo ello debido a la elevada frecuencia de días anticiclónicos, causados por dorsales de aire tropical marítimo sobre el espacio sinóptico peninsular.
 
No obstante, la menor calidad del aire de ciudades grandes como Madrid o Bilbao y unas temperaturas nocturnas más frías respecto a localidades del sur peninsular o del litoral mediterráneo permitieron la mayor difusión de contagios en estos núcleos en las fases iniciales de la pandemia. La comparación de los valores térmicos de febrero en los mapas Temperatura media de febrero. 1981-2010 y Temperatura media de febrero 2020 resulta esclarecedora de lo señalado. En marzo de 2020 las condiciones atmosféricas cambiaron de forma notable, persistiendo las jornadas inestables, la entrada frecuente de borrascas y el desarrollo de precipitaciones. Esta situación tuvo varios efectos en el momento de confinamiento en los domicilios por el primer estado de alarma decretado (marzo-abril 2020). La abundancia de días cubiertos y lluviosos generaba un ambiente propicio para la estancia en los domicilios. Se produjo una limpieza del aire y una reducción de los niveles de contaminación atmosférica, no solo por el impacto de la menor actividad humana, sino por el movimiento atmosférico. Por el contrario, el ambiente más fresco generaba condiciones favorables para la expansión del virus.
 
El mapa que representa los valores de insolación media en marzo de 2020, respecto a lo registrado en la media del periodo 1981-2010, ilustra sobre la frecuencia de jornadas nubosas, grises, de los primeros momentos de la pandemia. A partir del mes de mayo, la subida generalizada de temperaturas propiciaba condiciones favorables para la disminución de la transmisión del virus, en la fase de la incidencia descendente de la primera oleada de la pandemia, como agente colaborador de las drásticas condiciones de profilaxis sanitaria que los responsables de la lucha contra la pandemia establecieron.
 
<div><ul style="text-align: center">
<li style="display: inline-block">
</ul></div>
No obstante, la menor calidad del aire de ciudades grandes como Madrid o Bilbao y unas temperaturas nocturnas más frías respecto a localidades del sur peninsular o del litoral mediterráneo permitieron la mayor difusión de contagios en estos núcleos en las fases iniciales de la pandemia. La comparación de los valores térmicos de febrero en los mapas Temperatura media de 2020 con los anotados en febrero de . 1981-2010 que reflejan los mapas adjuntos y Temperatura media de febrero 2020 resulta esclarecedora de lo señalado. En marzo de 2020 las condiciones atmosféricas cambiaron de forma notable, persistiendo las jornadas inestables, la entrada frecuente de borrascas y el desarrollo de precipitaciones. En Esta situación tuvo varios efectos en el momento de confinamiento en los domicilios, decretado en por el primer estado de alarma decretado (marzo-abril 2020), la . La abundancia de días cubiertos y lluviosos generaba un ambiente propicio para la estancia en los domicilios. Esta situación Se produjo, por un lado, una limpieza del aire y una reducción de los niveles de contaminación atmosférica, no solo por el impacto de la menor actividad humana, sino por el movimiento atmosférico; por otro lado. Por el contrario, el ambiente más fresco generaba condiciones favorables para la expansión del virus.  El mapa que representa los valores de insolación mensual media en marzo de 2020, respecto a lo registrado en el la media del periodo 1981-2010, ilustra sobre la frecuencia de jornadas nubosas, grises, de los primeros momentos de la pandemia. A partir del mes de mayo, la subida generalizada de temperaturas propiciaba condiciones favorables para la disminución de la transmisión del virus, en la fase de la incidencia descendente de la primera oleada de la pandemia, como agente colaborador de las drásticas condiciones de profilaxis sanitaria que los responsables de la lucha contra la pandemia establecieron.
<div><ul style="text-align: center">
<li style="display: inline-block">
1985
ediciones

Menú de navegación