Discusión:Acciones solidarias
La pandemia COVID-19 en España. Primera ola: de los primeros casos a finales de junio de 2020
Monografías del Atlas Nacional de España. Nuevo contenido
Estructura temática > Efectos sociales, económicos y ambientales > Acciones solidarias
Dentro de esta tercera sección de la monografía, se han presentado con suficiente detalle en los temas anteriores los efectos sociales y económicos producidos durante la primera ola de la pandemia COVID-19 en España. La demanda de ayuda por parte de un extenso sector de población desencadenó un significativo aumento de las acciones solidarias. No se plantearon éstas como la solución a los agudos problemas que se vivían en esos momentos, pero, una vez más, se hicieron necesarias con el fin de paliar los daños que sufrían los sectores más vulnerables de la sociedad.
El movimiento solidario abarca muy diversas facetas en sus acciones y moviliza un abanico muy heterogéneo de agentes. A grandes rasgos, podría diferenciarse la energía desplegada desde instituciones muy consolidadas en la ayuda solidaria, bien sean de titularidad pública o privada, y la acción de tipo más espontánea puesta en marcha por determinadas personas, bien sea individual o grupalmente. En todo caso, ante una emergencia social como la vivida durante el estado de alarma de la primavera de 2020, los ejemplos se multiplicaron y, tanto las instituciones y organismos cuyo trabajo ya venía realizándose en ese campo, como la misma sociedad experimentaron una auténtica convulsión hasta multiplicar su labor solidaria de modo muy notable.
El contenido temático de este tema recoge una reducida muestra de esta movilización social e institucional que, sin lugar a dudas, mitigó los dolorosos efectos que la propia pandemia estaba provocando, sobre todo, en los sectores más vulnerables de la sociedad. En manera alguna cabe plantearse una representación exhaustiva de todo lo vivido en este aspecto; tómese, por tanto, lo tratado como ejemplo ilustrativo.
Desde el sector público, las acciones e iniciativas fueron numerosas, incrementando, en unas ocasiones, el trabajo que se venía haciendo desde las comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos y el propio Gobierno de la Nación y, en otras, poniendo en marcha nuevas medidas. En otros temas de esta monografía se presentan algunas de esas acciones del sector público que afectaron decisivamente, por ejemplo, al mercado laboral o a grupos sociales con pobreza extrema y riesgo de exclusión social.
En este tema se ha preferido fijar la atención, en primer lugar, en la labor llevada a cabo por instituciones de iniciativa social que ya venían trabajando con las personas pertenecientes a sectores especialmente sensibles a las crisis y que cuentan ya con una reconocida trayectoria en la labor asistencial: Cruz Roja Española, Cáritas y Bancos de Alimentos. Obviamente, no fueron las únicas en intensificar su trabajo solidario; contémplese su actuación como un ejemplo más del movimiento de solidaridad institucional al margen del sector público. En segundo lugar, se atiende a la participación social venida desde abajo de modo más informal y espontáneo; la información manejada para registrar gráfica y cartográficamente estas acciones solidarias procede de sendos proyectos de investigación desarrollados por dos grupos de científicos radicados en universidades españolas y que se citan en las fuentes de información de los recursos.
Cruz Roja Española con el plan de actuación «Cruz Roja RESPONDE» intensificó su labor de atención especialmente a personas vulnerables, aseguró la continuidad de las respuestas a la población demandante y apoyó, como auxiliar, el trabajo de los poderes públicos. Esta institución atendió, en los 99 días que duró el estado de alarma, a cerca de dos millones de personas, destacando los grupos de edad entre 30 y 49 años y los de más de 70 años; las mujeres integraron el 64% de las personas atendidas. En acciones relacionadas con la salud se realizaron algo más de 820.000 actividades informativas sobre medidas de prevención y contención de los efectos de la pandemia; en el apartado socorros se habilitaron 110 albergues temporales para más de 5.300 personas sin hogar y 30 infraestructuras hospitalarias, además de la participación en numerosos traslados de afectados; en el tema de inclusión social se atendió a casi 600.000 personas y se realizaron cerca de 850.000 entregas de alimentos; en empleo se efectuaron sobre 1.300.000 respuestas virtuales en redes y servicio multicanal; en educación se realizaron más de 50.000 actividades de acompañamiento educativo y apoyo escolar; por último, en medio ambiente se atendió a unas 50.000 personas en situación de pobreza energética. Se movilizaron unos 50.000 voluntarios, de los que el 58% eran mujeres y el 47% tenían entre 20 y 39 años. Cruz Roja, en resumen, efectuó más de 3,5 millones de respuestas a personas atendidas y dio algo más de nueve millones de respuestas en entorno comunitario y web.
Cáritas registró un incremento del 59% en personas atendidas con respecto a lo habitual y recibió un aumento del 77% en solicitudes de ayuda. En este caso, los peticionarios, dadas las circunstancias, utilizaron la vía telemática para contactar con Cáritas, pasando el modo presencial a tan solo el 22% cuando lo habitual es del 83%. Fueron las personas con empleos precarios (hostelería, empleadas del hogar, etc.), parados o en situación de ERTE, trabajadores en la economía sumergida o familias monoparentales, mayoritariamente mujeres, las que engrosaron la demanda. Una de cada tres personas era nueva o hacía más de un año que no acudía buscando ayuda, y un 26% de todos los que acudieron a Cáritas por esta crisis, es la primera vez que lo hacían.
Por último, los Bancos de Alimentos desplegaron una intensa actividad durante el segundo trimestre de 2020 que sobrepasó ampliamente los niveles medios que solían alcanzarse en lo que se podrían llamar años normales. Algo más de 32,1 millones de kilos/litros de alimentos fueron distribuidos entre abril y junio de 2020, un 30% más que en el mismo trimestre del año anterior.
La pandemia y solidaridad en Twitter
Las redes sociales constituyen en la actualidad una fuente novedosa para la detección del comportamiento comunitario, a la vez que se han convertido en recursos de comunicación muy útiles para establecer contactos inmediatos ante eventuales emergencias, como fue el caso de la llegada de la pandemia COVID-19 y sus graves efectos. La información publicada en las redes sociales atesora un potencial enorme, en concreto para los estudios de salud pública; es en este sentido en el que, en el marco de una investigación predoctoral llevada a cabo por integrantes del grupo de investigación en Tecnologías de la Información Geográfica y Análisis Territorial de la Universidad de Alcalá, se descargaron los datos desde Twitter, y fueron posteriormente aprovechados para la elaboración de los recursos gráficos de este tema.
Después de un laborioso trabajo de depuración, se obtuvieron todos los mensajes con los hashtags incluidos en el listado adjunto, publicados entre el 1 de febrero y el 30 de junio de 2020. De ellos, se seleccionaron los que, según el lugar de residencia indicado en el registro de Twitter, procedían de España. Los datos finales, después de este filtrado, recogen únicamente los tuits en los que se ha podido identificar el origen del autor. Por otra parte, a efectos de la representación gráfica y cartográfica, se tomaron en consideración los comprendidos entre el 3 de febrero y el 28 de junio de 2020, agrupándolos, a su vez, por semanas hasta completar las 28 semanas existentes entre las dos fechas señaladas. Una vez realizado el primer filtrado, la base de datos quedó constituida por cerca de 5 millones de tuits, un 28% de los descargados. Posteriormente, en el proceso de agrupación por provincias, la cantidad se redujo al 68% de la selección efectuada.
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HASHTAGS CONSIDERADOS EN LA INVESTIGACIÓN #apoyomutuo #bancodealimentos #solidaridadcovid19 #yomequedoencasa #solivid #ekimenakcovid19 #frenalacorba #frenalacurva #caritas #iniciativascovid19 #joemquedoacasa #solidaridadecovid19 #ralentizaracurva #quedonacasa #cruzrojaresponde #solidaritatcovid19 #iniciativescovid19 #solidaridad #elkartasunacovid19 #kurbamoteldu #nietxeangeratukonaiz
La gran mayoría de estos tuits aparecen publicados en la semana del 23 al 29 de marzo de 2020, y desciende rápidamente el número de publicaciones y retuits en la semana posterior. Se han escogido tres semanas representativas de la evolución, des- tacando la semana de mayor flujo de comunicaciones (23-29 de marzo) y una anterior y otra posterior en las que se percibe, por un lado, la incipiente presencia de tuits y, por otro, la caída de los mismos; además, se representa el total de las 28 semanas en el último de los mapas.
Iniciativas solidarias de la ciudadanía
La acción de las administraciones públicas y de las entidades del tercer sector ha sido esencial para paliar los efectos sanitarios y sociales de la pandemia. Ahora bien, cabe señalar que esta se ha visto acompañada, y en no pocas ocasiones precedida, por la iniciativa espontánea de la ciudadanía. Así, entre los meses de marzo y junio de 2020 surgió una miríada de prácticas de apoyo mutuo en los campos más diversos: desde las ofertas para realizar la compra al auxilio de personas mayores o con diversidad funcional, del acompañamiento psicológico a la producción de mascarillas y otro material sanitario, del cuidado de niños a las más variadas iniciativas culturales. Lo que caracterizó este fenómeno fue la celeridad de la eclosión de las iniciativas, su rápida difusión a través de las redes, la transversalidad temática de sus actividades y su amplia implantación territorial.
Ya en anteriores ocasiones y, en particular, a raíz de la crisis económica y financiera de 2008, se había producido, en España y en otros países, una notable eclosión de iniciativas solidarias de este tipo. Muchas de las surgidas a raíz de la crisis de la COVID-19 han tenido un carácter efímero, pero su difusión ha resultado de notable importancia para paliar los efectos de las crisis sobre las condiciones de vida de la población, incluso en países que, como España, cuentan con un desarrollado estado del bienestar. La experiencia ha demostrado que su pervivencia y potencial transformador dependen, en buena medida, de su facultad de combinar la capacidad de prestar apoyo social efectivo, con la organización de la ciudadanía a la hora de reclamar sus derechos y el impulso de formas alternativas de producción de bienes y servicios.
Durante los primeros meses de la pandemia, la eclosión de las iniciativas ciudadanas de apoyo mutuo dio lugar al surgimiento de diversas aplicaciones en la red destinadas a divulgar su existencia y acercarlas a los potenciales usuarios. Una de estas fue la red SOLIVID, que ha tenido como objetivo difundir las iniciativas solidarias y, al mismo tiempo, reunir materiales para su estudio. Iniciada en la Universitat Autònoma de Barcelona, en abril de 2020, la red está integrada en la actualidad 34 grupos de investigación de 12 países y ha podido censar, a través de un ejercicio de cartografía colaborativa, cerca de 3.000 iniciativas solidarias en 28 países, sobre todo en Europa y América Latina. A finales de junio 2020, SOLIVID había identificado y localizado 878 iniciativas solidarias en España. Los datos recabados distan de cubrir el universo de la solidaridad ciudadana durante la primera ola de la pandemia, pero constituyen una muestra significativa para su estudio.
La variedad de los ámbitos de actuación permite constatar la transversalidad de las iniciativas solidarias y sus acciones (ver gráfico Iniciativas solidarias durante la pandemia según ámbito de actuación). Así, cerca de dos tercios de las iniciativas pueden agruparse bajo la denominación genérica de apoyo a colectivos vulnerables, que suele indicar la coexistencia de actividades en dos o más campos. Otro elemento característico de la acción colectiva parece haber sido su autonomía: en España, solo el 17% de las iniciativas afirman haber trabajado conjuntamente o recibido apoyo de administraciones públicas u otras instituciones, mientras en Argentina el porcentaje era del 24%, el 38% en Italia y el 45% en Colombia.
Los datos muestran también las limitaciones de la acción ciudadana ante la crisis. Una de las más relevantes se deriva de su desigual implantación. Así, los mapas de cinco grandes áreas urbanas españolas –Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla y Valencia–, elaborados sobre una muestra de 271 iniciativas, reflejan de forma bastante consistente que estas han surgido con particular fuerza en los barrios de renta media y media-alta, más que en los particularmente vulnerables o acomoda- dos: el 43% del conjunto de las iniciativas censadas en estas ciudades corresponden a barrios cuya renta media se sitúa en el sexto, séptimo y octavo decil en la distribución de la renta de los hogares, según los datos del INE. Así pues, la difusión de las iniciativas solidarias a través de las redes, importante como ha sido, parece haber estado relacionada no solo con la necesidad sino también con el capital social y la capacidad organizativa de la población residente en cada territorio.
- BLANCO, I. y NEL·LO, O. (2021): «Pandemic, cities, and mutual support: the role of urban social innovation in the COVID-19 crisis», COVID briefs. CIDOB. Disponible en: https://dossiers.cidob.org/cities-in-times-of-pandemics/assets/pdf/ISMAEL%20BLANCO_SOCIAL%20INNOVATION.PDF
- SENNETT, R. (2020): «Can Covid-19 change the Welfare State? Without government support, communities take charge of their own care». En Foreign Affairs. Disponible en: https://www.foreignaffairs.com/articles/india/2020-10-30/can-covid-19-change-welfare-state
En la página Libros Digitales del ANE puedes descargar la obra completa La pandemia COVID-19 en España. Primera ola: de los primeros casos a finales de junio de 2020.