Diferencia entre revisiones de «Edad Contemporánea»
Línea 367: | Línea 367: | ||
<li style="display: inline-block; vertical-align: top"> | <li style="display: inline-block; vertical-align: top"> | ||
{{stack|[[Archivo:Espana Concentracion-parcelaria-y-construccion-de-silos-y-graneros 1945-1984 mapa 15963 spa.jpg|right|thumb|Mapa de concentración parcelaria y construcción de silos y graneros. (1945-1984). España. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Concentracion-parcelaria-y-construccion-de-silos-y-graneros_1945-1984_mapa_15963_spa.pdf PDF]. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Concentracion-parcelaria-y-construccion-de-silos-y-graneros_1945-1984_mapa_15963_spa.zip Datos]]] | {{stack|[[Archivo:Espana Concentracion-parcelaria-y-construccion-de-silos-y-graneros 1945-1984 mapa 15963 spa.jpg|right|thumb|Mapa de concentración parcelaria y construcción de silos y graneros. (1945-1984). España. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Concentracion-parcelaria-y-construccion-de-silos-y-graneros_1945-1984_mapa_15963_spa.pdf PDF]. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Concentracion-parcelaria-y-construccion-de-silos-y-graneros_1945-1984_mapa_15963_spa.zip Datos]]] | ||
− | [[Archivo:Espana Referendum-sobre-la-reforma-politica-hacia-la-democracia 1976 mapa 16023 spa.jpg|right|thumb|Mapa de referéndum sobre la reforma política hacia la democracia. 1976. España. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Referendum-sobre-la-reforma-politica-hacia-la-democracia_1976_mapa_16023_spa.pdf PDF]. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Referendum-sobre-la-reforma-politica-hacia-la-democracia_1976_mapa_16023_spa.zip Datos]]]}} | + | [[Archivo:Espana Referendum-sobre-la-reforma-politica-hacia-la-democracia 1976 mapa 16023 spa.jpg|right|thumb|Mapa de referéndum sobre la reforma política hacia la democracia. 1976. España. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Referendum-sobre-la-reforma-politica-hacia-la-democracia_1976_mapa_16023_spa.pdf PDF]. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Referendum-sobre-la-reforma-politica-hacia-la-democracia_1976_mapa_16023_spa.zip Datos]. [https://interactivo-atlasnacional.ign.es/index.php#c=indicator&i=s16023.s16023&i2=c10138.c10138&t=A02&t2=A02&view=map9 Interactivo]]]}} |
</li> | </li> | ||
</ul></div> | </ul></div> |
Revisión del 09:41 3 sep 2019
Estructura temática > Historia > Referencias históricas > Edad Contemporánea
Tabla de independencia, liberalismo y revolución
|
El siglo XVIII dejó una población en ascenso, aunque con una nueva distribución. España superaba los diez millones y medio de habitantes gracias a los avances en la medicina, la higiene, la menor implicación en guerras europeas, el incremento de la producción agrícola, las pueblas nuevas creadas por el Estado, la atracción de técnicos y colonos extranjeros, la creación de industrias… Pero el interior, excepto Madrid, comenzó a perder habitantes, mientras la periferia crecía con pujantes poblaciones: Gijón, El Ferrol, Vigo, Cartagena, Jerez, San Fernando… Y ciertamente, las tasas negativas en el interior comenzaron a ser muy fuertes, como se observa en el mapa Mundo urbano a finales del siglo XVIII.
La guerra de la Independencia, las guerrillas absolutistas-liberales y la guerra carlista supusieron un duro golpe demográfico. No sólo por los muertos (quizá más de 800.000 en la guerra de la Independencia), sino también por el alto número de exiliados, bien por sus simpatías hacia las ideas progresistas de los franceses, los llamados afrancesados (el propio Goya), como por su ideología o su activismo liberal y, así mismo, por las pestes de los años 1800, 1814, 1833… No obstante, en esta fecha se llegó a los 12.162.000 habitantes, si bien la densidad era muy débil, comparada con la media europea, expresada en habitantes por milla cuadrada: en los Países Bajos 4.659, en Gran Bretaña 3.875, en Francia 3.085 y en Portugal 1.815; España sólo tenía 1.636.
En cuanto a distribución y desarrollo urbano, en 1860 y en 1887, las tendencias de principios de siglo se consolidan. Tras la reordenación provincial de Javier de Burgos en 1833 aparecieron las capitales de provincia y también centros mineros, como en Asturias o en Ciudad Real. Pero el éxodo del mundo agrario interior con la industrialización española (si bien siempre inferior a la europea), que se desarrollaba en la periferia, aumentó respecto a la tendencia iniciada un siglo antes (1787), hacia las urbes del País Vasco (en particular Vizcaya), Cataluña (singularmente Barcelona) y Madrid. Aparece, así, una burguesía funcionarial, industrial y mercantil que justificará grandes proyectos urbanísticos: barrios de El Ensanche en Barcelona (Plan Cerdá, impuesto por el gobierno central) y de Salamanca, en Madrid.
En 1853 se levanta la prohibición de emigrar a América (mapa Emigración en el siglo XIX). Cuba, todavía española, será el principal foco de atracción, en particular de catalanes, seguido de México, Uruguay, Brasil y Argentina. Entre 1853 y 1882, los gallegos (325.000, un 60% del total), y después los canarios, asturianos y vascos, emigraron en alta proporción. La emigración del litoral mediterráneo y balear se dirigió a Marruecos o Argelia (unos 114.000, particularmente a Orán). Y el norte del levante peninsular se dirigió hacia Europa.
Las desamortizaciones
Su objeto fue la nacionalización de todos los bienes (edificios, obras de arte, libros, etc.) y tierras de las denominadas manos muertas, en su mayor parte de las órdenes religiosas, excepto las de carácter educativo o sanitario. Hubo antecedentes: bienes de los jesuitas expulsados, algún intento de Godoy, la confiscación de bienes a liberales y afrancesados o la nacionalización del patrimonio de la Inquisición y las órdenes militares, decretada por las Cortes de Cádiz.
La desamortización de Juan Álvarez Mendizábal, ministro de Hacienda progresista durante la regencia de María Cristina, se inició en 1835.
Tras la nacionalización, casi todo se vendió en subasta pública al mejor postor para pagar la deuda pública, financiar la guerra carlista y crear una clase media agraria ofreciendo al campesinado la posibilidad de obtener tierras en propiedad. Se pretendió, también, conseguir adeptos a las ideas liberales, y fomentar la producción agraria y su comercio. El beneficio ascendió a unos 3.500 millones de reales de vellón.
Tras la paralización de la aplicación de los decretos desamortizadores de Mendizábal durante la década moderada (1844-1854, gobierno de Narváez), Pascual Madoz, ministro de Hacienda durante el bienio progresista (1855-1856, gobierno de Espartero), retomó las medidas desamortizadoras, si cabe con mayor intensidad, ampliando sus efectos más allá de los bienes eclesiásticos de la anterior desamortización con los bienes comunales o propios de los municipios y con los del propio Estado. Ahora, la finalidad esencial era financiar las obras del ferrocarril y, subsidiariamente, estimular la producción agraria y la modernización del campo.
En general, los campesinos no pudieron adquirir las tierras subastadas, que cayeron en manos, bien de los antiguos propietarios (a través de testaferros), o bien de la burguesía urbana convertida así en burguesía terrateniente. Por otro lado, muchos municipios quedaron sin rentas y tuvieron que aumentar la presión fiscal. Pero hubo algo destacable: las obras de arte pasaron a los nuevos museos provinciales y las bibliotecas a los recién creados institutos provinciales de enseñanzas medias y a algunas universidades.
La restauración borbónica
1874 | Los generales Martínez Campos y Pavía dan fin a la primera república. Dictadura del general Serrano |
1874-1885 | Reinado de Alfonso XII |
1881 | Se inician los gobiernos con turno a la inglesa entre Cánovas del Castillo (conservadores) y Práxedes Mateo Sagasta (liberales progresistas) |
1885-1902 | Regencia de doña María Cristina de Habsburgo, embarazada del heredero |
1885 | El pacto del Pardo ratifica oficialmente el turnismo |
1897 | Cánovas es asesinado |
1898 | Guerra con Estados Unidos: España pierde Cuba, Puerto Rico y Filipinas |
La restauración supuso un periodo de estabilización socioeconómica, de consolidación de los logros obtenidos durante el periodo isabelino y de creación de otros nuevos.
La oferta de suelo agrícola, fruto de las desamortizaciones, aumentó las superficies cultivadas, la producción agraria y el consumo. Hasta 1882 las condiciones económicas agrarias fueron muy favorables para la producción de cereal en el interior. La guerra de Crimea y los subsiguientes conflictos en el oriente europeo favorecieron las exportaciones, hasta el punto de que se habla del nacimiento de una burguesía harinera en las dos Castillas, cuyo lema era: «agua, sol, y guerra en Sebastopol».
Pero a partir de esa fecha comenzaron las importaciones de cereal, favorecidas por el ferrocarril, y un clima muy favorable aumentó la producción. En consecuencia, los precios bajaron y el campo interior entró una vez más en crisis, iniciándose un nuevo ciclo de éxodo campesino hacia las grandes ciudades industriales.
En ellas la vieja industria textil había ido dejando paso a la metalúrgica y siderúrgica, a lo que había contribuido el cese en la llegada de algodón por la guerra de secesión norteamericana (1861-1865). Como el hierro necesitaba del carbón como fuente de energía, aquellos espacios que disponían de ambas cosas (Ojén, Málaga, 1826), iniciaron el proceso de industrialización pesada. Pero el agotamiento de las minas trasladó esta actividad a otras zonas, como Asturias (1864) y el País Vasco (1876), en este último caso, estableciéndose un fructífero intercambio de hierro por carbón con Cardiff.
A finales del siglo XIX, el 70% de la producción nacional de hierro se localizaba en el País Vasco, con lo que España se convirtió en principal suministrador de hierro al resto de Europa. La producción dio un salto espectacular, desde 43.000 toneladas de lingotes de hierro y 37.000 de hierro dulce y acero, que se producían en 1868, a 310.000 y 199.000 toneladas, respectivamente, producidas en 1900.
La obtención de hierro fue importante para la expansión ferroviaria. Y a ello contribuyeron los beneficios de la desamortización de Madoz y una serie de leyes propiciadoras de una favorable financiación, como la Ley General de Ferrocarriles de 1855, lo que atrajo capital extranjero, francés en las vías del norte e inglés en las del sur. La primera línea ferroviaria peninsular fue la de Barcelona-Mataró en 1848, a la que siguió la de Madrid-Aranjuez en 1851. En 10 años (1856-1866) se construyeron 460 km anuales, alcanzando los 5.000 km. En una segunda etapa de 23 años (1873-1896) se llegó a los 12.000 km. El siglo XX se inició con 15.000 km de línea, alguna de ellas internacional: Madrid-Lisboa (1881) y Lisboa-Madrid- París (1887).
Crisis de la restauración y primera dictadura
Tabla del Reinado de Alfonso XIII
1902 - 1931
|
Alfonso XIII ocupa el trono a los 16 años, entre un general pesimismo histórico producido por el desastre del 98.
Compañías extranjeras de tipo colonial eran dueñas de las materias primas. Alemanes, belgas y franceses tenían las concesiones de minas y los ingleses dominaban más del 50% del capital extranjero en muchos campos: forestal (corcho), alimentación (Suchard) y, desde luego, la minería (Riotinto). A partir de 1868 (Ley de Minas), el Estado había aumentado su compromiso con ellas. Extraían cinc, cobre, mercurio, plomo…
El capital español (con excepciones, como la del marqués de Salamanca años antes), se conformaba con sus latifundios agrarios. Aún así, el sector industrial agroalimentario aparecía tímidamente. Pero la irresolución de la cuestión agraria (66% de la población activa) con un elevado número de jornaleros sin tierra, en paro estacional y en gran medida analfabetos, motivó la aparición de sindicatos agrarios revolucionarios.
También seguía sin solucionar la cuestión social. En 1916 hubo 237 huelgas; en 1920 más de 1.000. La represión de la huelga general de 1917 (mapa Huelgas y conflictos ...) dejó decenas de muertos y miles de detenidos.
Con la dictadura de Primo de Rivera bajó la conflictividad por las grandes obras públicas y la colaboración de la Unión General de Trabajadores (UGT). Pero en 1929 estalló de nuevo la situación. La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) llegaba a 700.000 afiliados ese año, y en los primeros años de la República la UGT duplicó esa cifra. En Andalucía los sindicatos campesinos superaban los cien mil afiliados en la huelga, que en 1934 se anticipó a la huelga general revolucionaria.
República, guerra civil y dictadura franquista
14/04/1931 | Proclamación de la segunda república española |
1931 | La nueva constitución republicana acepta el voto femenino |
1931-1933 | Bienio progresista, que afronta un extenso plan de reformas |
1933-1935 | Bienio conservador, revisionista de esas reformas |
1934 | Huelga general revolucionaria. Revolución de Asturias |
1936 | Triunfa en las elecciones el Frente Popular |
1936-1939 | Rebelión militar y guerra civil |
01/04/1939 | Fin de la segunda república. Victoria de la rebelión militar |
1939-1975 | Dictadura del general Franco, jefe del Gobierno y del Estado |
1939-1950/1953 | Situación postbélica. Autarquía y aislamiento internacional |
1959 | Plan de Estabilización económica |
1973 | El almirante Carrero Blanco es asesinado en atentado terrorista |
1975 | Muere el dictador |
Por el pacto de San Sebastián (1930) los partidos republicanos se habían juramentado para traer la república ante el desprestigio de la monarquía. Con este fin aprovecharon las elecciones municipales de 1931, aunque los monárquicos lograran más concejales que los republicanos; pero el voto de las grandes ciudades decidió la disyuntiva. El propio Rey, abandonado por todos, suspendió sus funciones reales y dejó a «España única señora de sus destinos».
La República afrontó todos los problemas de manera simultánea: la cuestión agraria, la cuestión social, la cuestión religiosa, la cuestión militar, la cuestión territorial…. al tiempo que elaboraba una constitución y en medio de la gran crisis mundial del 29.
Ya en la Constitución se quería concretar la resolución de las cuestiones. Unos querían una república burguesa con reformas, sí, pero paulatinas y prolongadas en el tiempo; y otros querían una acción política radical que pudiera llegar, incluso, a ser revolucionaria. La segunda república nacía, pues, con grandes dificultades para que en ella cupieran «las dos Españas». Se rompió el pacto de San Sebastián y salieron del nuevo Gobierno tanto los radicales como la derecha liberal.
En el mes de mayo de 1931 más de cien conventos fueron incendiados. Al año siguiente hubo un intento revolucionario anarquista, un alzamiento monárquico y hasta un golpe de Estado, el del general Sanjurjo. Y mientras las cortes republicanas afrontaban la reforma agraria, la reorganización del ejército, la generalización de la educación, la ordenación autonómica… seguían las huelgas y las revueltas, respondidas con acciones tan duras como los 25 muertos en el motín anarquista de Casas Viejas. Algunas decisiones no tenían suficientemente dispuesta a la sociedad: la ley del divorcio, el reconocimiento de la Unión Soviética; otras, como la expulsión de los jesuitas, parecían exageradas. Y otras, levantaron contra la República poderosos enemigos, como la reforma agraria o la del Ejército.
Tabla de la democracia de 1975
|
En 1933 ganan las elecciones las derechas (mientras Hitler llega al poder en Alemania), las reformas se frenan y el PSOE responde en octubre de 1934 con una acción general revolucionaria (varios muertos por toda España) que sólo triunfa en Asturias. Allí se dinamita la Cámara Santa de la catedral y se incendia la universidad (se perdió su biblioteca antigua) en medio del pillaje y los asesinatos. La República envía a Asturias a la Legión y a las tropas regulares de África que actúan con similar violencia. Así que durante 1935 las dos Españas se preparan para dirimir su enfrentamiento en las elecciones de febrero del 36. Triunfa el Frente Popular y en julio una gran parte del ejército se alza en armas, dirigido por el general Franco.
La rebelión sólo triunfó en algunas partes de España. Pero la audacia y la disciplina de los sublevados y la indecisión de los gobernantes, que prefieren armar al pueblo antes que apoyarse en el resto del ejército, de cuya lealtad dudan, conducen a una guerra civil que durará hasta 1939 y en donde hubo ocasiones con tanta agresividad en la retaguardia como en el propio frente.
Terminada la guerra, el general Franco establece una dictadura militar personal, de corte nacional católico, entre una violenta represión.
En sus primeros años, frente al aislamiento internacional, la dictadura intentó organizarse desde la autarquía y con las acciones territoriales esperables: grandes obras públicas sin posibilidad de resistencia de los que viven en el espacio (pueblos enteros fueron trasladados), como la construcción de más de 500 embalses. Y, mientras la gran propiedad se mantiene intocable, se promueven planes de concentración parcelaria, acciones de colonización en nuevos pueblos, y construcción de redes para almacenamiento del cereal (los silos). Importante fue el denominado Plan Badajoz con amplios trasvases de población.
A partir de 1959, (el aislamiento ya había cesado por la guerra fría), se aplican programas tecnocráticos (los planes de desarrollo) con polos y polígonos industriales en todo el país. Hay una indudable progresión económica, se crea una amplia capa de clases medias urbanas y la población activa agraria baja al 10% por la emigración hacia los centros industriales. España pasa, así, a ser la duodécima potencia mundial. Pero en 1975 no se deseaba la continuidad de la dictadura y el país clama por volver a un sistema democrático.
INFORMACIÓN RELACIONADA
40 aniversario de la Constitución Española de 1978
|
En la página Libros Digitales del ANE puedes descargar la obra completa España en mapas. Una síntesis geográfica.