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Discusión:Prehistoria

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[[Archivo:Espana PaleoliticoEspana_Paleolitico-medio.-Restos-humanos-y-materiales 2014 mapa 13973 spamateriales_2014_mapa_13973_spa.jpg|left|thumb|300px|300px|Mapa de Paleolítico medio. Restos humanos y materiales. España. ]]
El Paleolítico medio, que comenzó en el 130.000 a.C. (aprox.) se inicia con la presencia generalizada del ''Homo neanderthalensis''.
Si bien en la mayoría de los yacimientos con restos fósiles humanos hay restos líticos, no cabe decir lo mismo en sentido opuesto; por ejemplo, en Atapuerca han sido encontrados múltiples instrumentos atribuibles a plenos ''neandertales'', pero todavía no sus concretos restos fósiles directamente asociados. Ello dificulta el estudio de series evolutivas.
[[Archivo:Espana PaleoliticoEspana_Paleolitico-superior.-Restos-humanos-y-materiales 2014 mapa 13974 spamateriales_2014_mapa_13974_spa.jpg|left|thumb|300px|Mapa de Paleolítico superior. Restos humanos y materiales. España. ]]
El Paleolítico superior, que coincide con el final del Pleistoceno superior, supone la culminación del proceso evolutivo humano con la llegada de una nueva especie, el Homo sapiens, a partir del 40.000 a.C. (aprox.). Su final puede situarse en la península ibérica en torno al 12.000-10.000 a.C., momento en el que se inicia una nueva época, el Neolítico y, desde el punto de vista geológico, el Holoceno.
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[[Archivo:Espana ArteEspana_Arte-paleolitico 2014 mapa 14802 spapaleolitico_2014_mapa_14802_spa.jpg|right|thumb|300px|Mapa de arte paleolítico. España. ]]
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[[Archivo:Espana ElEspana_El-Neolitico-en-la-peninsula 2014 mapa 16470 spaNeolitico_2014_mapa_16470_spa.jpg|left|thumb|300px|Mapa del Neolítico. España. ]]
Los científicos distinguen un periodo culminante… y también inicial. Al entrar en el Holoceno, ya ha comenzado el actual periodo interglaciar. El ''sapiens'' va acelerando su cambio adaptativo a un clima más suave y a un paisaje vegetal y de fauna más favorable. Surgen comunidades cada vez más especializadas en la explotación de recursos muy diversos, como la caza, la recolección, la pesca o el marisqueo. Para algunos prehistoriadores, el Paleolítico estaría en su fase final: un Epi-paleolítico. Para otros, es ya un nuevo periodo, intermedio, o Mesolítico, que se inicia hacia el 12.000 a.C. y da paso, imperceptiblemente, al periodo Neolítico.
El Neolítico supuso la meta final de esa transición, medida en milenios, entre la socioeconomía de grupos cazadores-recolectores y la progresiva implantación de la agricultura y la ganadería en torno a viviendas permanentes. Este cambio evolutivo tan trascendental se inició junto a los grandes ríos de Asia y en el Nilo, asociado a los cambios climáticos del Holoceno. Estamos ante tal transformación de vida de la humanidad, que se justifica el término «revolución neolítica» para interpretar este extenso periodo de tiempo: sedentarismo, arquitectura, estructuras sociales, religiones éticas, tecnificación…
Desde el oriente mediterráneo, según las teorías ''difusionistas'', estos hallazgos alcanzaron la península ibérica. Pero según las teorías ''autoctonistas'', todo se produjo por el lógico autodesarrollo del Mesolítico. En un caso, las zonas peninsulares receptoras de estas influencias fueron cuatro, como se aprecia en el mapa [[:Archivo:Espana ElEspana_El-Neolitico-en-la-peninsula 2014 mapa 16470 spaNeolitico_2014_mapa_16470_spa.jpg|El Neolítico]]: sudatlántica, meridional, levantina y nororiental. En el otro, el cambio neolítico se desarrolló, lógicamente, en toda la Península. Como suele ocurrir en historia, que lo indiscutible sea la primera teoría, no excluye la posibilidad de la segunda.
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[[Archivo:Espana ElEspana_El-Fenomenofenomeno-megalitico 2014 mapa 13979 spamegalitico_2014_mapa_13979_spa.jpg|left|thumb|300px|Mapa del fenómeno megalítico. España. ]]
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[[Archivo:Espana CalcoliticoEspana_Calcolitico-reciente.-Estilos-regionales-del-Campaniforme 2014 mapa 14005 spacampaniforme_2014_mapa_14005_spa.jpg|left|thumb|300px|300px|Mapa de Calcolítico reciente. Estilos regionales del Campaniforme. España. ]]
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[[Archivo:Espana ArteEspana_Arte-rupestre-levantino 2014 mapa 14803 spa-y-esquematico_2014_mapa_14803_spa.jpg|left|thumb|300px|300px|Mapa de arte rupestre levantino y esquemático. España. ]]
La total expansión expresiva del sapiens se concreta a partir del 12.000-10.000 a.C., muy señaladamente en el arco del levante peninsular con pinturas mucho más simples, esquemáticas y estilizadas que en el Paleolítico. Trazados sus contornos con líneas discontinuas, las figuras carecen aquí de policromía interior y son de menor tamaño. Están protagonizadas de nuevo por animales de caza, pero también por seres humanos, en escenas que buscan el movimiento y se disponen con cierto sentido narrativo. Y ya no están en cuevas, sino en abrigos rocosos, sin duda vinculados a asentamientos sedentarios. Muestras espléndidas se encuentran en Cogull, La Valltorta, Alpera o la Cueva de la Araña.
En el II milenio a.C., un aumento demográfico genera mayor demanda de materias primas y productos de subsistencia, lo que generaliza la agricultura y la ganadería (y sus productos derivados). Esta sociedad todavía neolítica, era ya experta en las técnicas del metal y había descubierto el bronce, aleación de cobre y estaño, mucho más duro. Había llegado a la Península a través de los Pirineos en el III milenio a.C. y convivió con el cobre, según la estatigrafía de la Bauma del Serrat del Pont (Girona).
Durante el Bronce antiguo, se intensifica el comercio y se evidencia una creciente jerarquización social, deducibles ambas por la inhumación individual (sobre todo en fosas y cistas) y por la diferenciación de los ajuares en calidad y en cantidad, según individuos y comunidades. En la Península, la cultura de El Argar (que ha superado el vaso campaniforme y dispone de gran diversidad de recipientes cerámicos), ha dejado de ser la representante exclusiva del periodo, según las investigaciones de los últimos 50 años. El mapa ''[[:Archivo:Espana EdadEspana_Edad-del-Bronce 2014 mapa 13976-00 spaBronce_2014_mapa_13976_spa.jpg|Edad del Bronce]]'' muestra una amplia diversidad geográfica y cronológica, comenzada hacia el 2000 a.C. en los yacimientos protocogotas de la Meseta norte.
El Bronce reciente comienza hacia el siglo XI a.C., a partir de tres corrientes culturales: de Centroeuropa, de las regiones atlánticas y del Mediterráneo oriental. Mezcladas con las autóctonas, y al incrementarse corrientes de intercambio, comienza ya a configurarse el mosaico de las culturas prerromanas. Aparecen novedades, como las incineraciones en campos de urnas del noroeste, armas y objetos de bronce de alta técnica en el centro, norte y oeste (difundidas por transacciones comerciales) y, finalmente, grupos culturales y mercantiles que anuncian ya las futuras colonizaciones del Mediterráneo y el sur. Se vive un gran desarrollo de la orfebrería (Tesoro de Villena, Alicante) y se revela por algún yacimiento (Peña Negra, Crevillent, Alicante) la existencia de rutas ganaderas hacia el interior. Estos estímulos externos no anulan el desarrollo autóctono, como en la cultura de Cogotas I que desde el siglo XI a.C. se extiende por parte de las cuencas del Duero y del Tajo; o de las islas Baleares, donde se supera la etapa naviforme y se desarrolla la cultura talayótica.
[[Archivo:Espana EdadEspana_Edad-del-Bronce 2014 mapa 13976-00 spaBronce_2014_mapa_13976_spa.jpg|center|thumb|300px|Mapa de Edad del Bronce. España.]]
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Con la aparición de un nuevo metal, el hierro, se inicia una nueva etapa del periodo todavía denominado Neolítico, aunque ello no supuso cambios culturales importantes, en estos primeros momentos, para los pueblos asentados en la península ibérica.
[[Archivo:Espana CulturaPeninsula-tartesica 2014 mapa 16028 spaIberica--zona-sur_Cultura-tartesica_2014_mapa_16028_spa.jpg|left|thumb|300px|300px|Mapa de cultura tartésica. España.]]
Esta nueva tecnología, que exigía hornos de fundición para alcanzar mayores temperaturas, no se difundió homogéneamente. Su implantación se inicia a mediados del siglo VIII a.C. en las zonas litorales, donde destacan áreas culturales protohistóricas tan importantes como la de
[https://historia.nationalgeographic.com.es/a/tartessos-busca-reino-perdido_6233/3 Tartesos], mientras en el interior el cambio transcurrió mucho más lentamente, conviviendo con el bronce. La amplia diversidad regional que muestran los yacimientos preludia la configuración territorial con la que los pueblos ibéricos fueron abandonando la Prehistoria para adentrarse de lleno en la antigüedad histórica.
En el centro y norte peninsular, cuyos pueblos permanecieron ajenos a las influencias mediterráneas y mantuvieron sus tradiciones (muchos siguieron usando el bronce) y personalidad indígena, destacan: la cultura de los campos de urnas tardíos (Cataluña y valle del Ebro), la castreña soriana, las atlánticas (Portugal, Galicia y cornisa cantábrica) y la de Soto de Medinilla, en la cuenca del Duero.
[[Archivo:Espana PrimeraEspana_Primera-Edad-del-Hierro 2014 mapa 13977-00 spaHierro_2014_mapa_13977_spa.jpg|center|thumb|300px|Mapa de primera Edad del Hierro. España. ]]
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En la zona de Huelva y en la del bajo Guadalquivir las colonizaciones favorecieron el desarrollo de la cultura de Tartesos (se ha hablado de un reino de Tartesos, e incluso de alguno de sus reyes) durante la llamada primera Edad del Hierro o Hierro I. Este proceso histórico y cultural estuvo caracterizado por profundas transformaciones en las sociedades indígenas, que en el Bronce final y en el Hierro I explotaban los yacimientos mineros y las tierras agrícolas del valle del Guadalquivir, y con las que se iniciaron frecuentes intercambios y contactos humanos. La influencia de los usos y costumbres procedentes del Mediterráneo oriental en estas comunidades se hizo evidente en los aspectos social, económico y material (aumento de las importaciones de cerámicas, objetos de orfebrería, telas, consumo de aceite, vino...).
El espacio tartésico, limitado en un primer momento al área geográfica de los ríos Tinto, Odiel y bajo Guadalquivir, se extendió hasta ocupar todo el sur peninsular y llegar a las desembocaduras del Guadiana y Segura, con notable influencia en el sudeste peninsular, el sur de levante, la costa sur de Portugal y las tierras del interior de Andalucía, como se aprecia en el mapa ''[[:Archivo:Espana PrimeraEspana_Primera-Edad-del-Hierro 2014 mapa 13977-00 spaHierro_2014_mapa_13977_spa.jpg|Primera Edad del Hierro]]''. La incesante búsqueda de los arqueólogos no ha conseguido aún encontrar la capital, o el núcleo irradiador de la cultura tartésica.
Mientras tanto, el centro de la Península recibía con mucha mayor lentitud los cambios tecnológicos y sus poblaciones no alcanzarían la prosperidad y el auge de la zona meridional. La ocupación del espacio se produce a través de una proliferación de pequeños poblados amurallados, como es el caso de la cultura de Soto de Medinilla en el valle del Duero, que toma su nombre del yacimiento vallisoletano mejor estudiado.
[[Archivo:Espana SegundaEspana_Segunda-Edad-de-Hierro.-Pueblos-prerromanos 2014 mapa 13985-00 spaprerromanos_2014_mapa_13985_spa.jpg|center|thumb|300px|Mapa de segunda Edad de Hierro. Pueblos prerromanos. España. ]]
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