501
ediciones
Cambios
sin resumen de edición
Desde los años cincuenta muchas fueron las mujeres que emprendieron la emigración a las ciudades, mientras que los hombres permanecían, especialmente en los núcleos más pequeños, asociados a los trabajos agropecuarios, si bien con algunas excepciones, como Galicia, Asturias y en parte Andalucía y Extremadura. En los años recientes, muchos matrimonios han retornado al medio rural al llegar a la edad de jubilación y la mayor longevidad femenina ha contribuido a paliar los desajustes entre ambas ramas de población.
Otro contraste territorial es el que se observa entre la costa y el interior, con mayor índice de feminidad en las zonas costeras de casi todas las provincias, excepto en Almería y Huelva, frente al interior con mayoría masculina, si se exceptúa exceptúan las capitales y mayores ciudades provinciales. Un caso paradigmático es Soria, en donde tan solo la capital provincial tiene mayoría de mujeres frente a un área rural masculinizada.
<div style="border: 1px solid #446291"></div>