Discusión:Energía
Estructura temática > Actividades productivas y económicas > Minería, energía, industria y construcción > Energía
Como es bien conocido, por energía primaria se entiende la contenida en la fuente de la que procede y energía final es la que como tal se usa en su lugar de destino. El petróleo es la principal fuente de energía primaria no renovable en España; supone el 42% del total y le siguen el gas natural (20%), la energía nuclear (12%) y el carbón (12%). El resto lo aportan las energías renovables (13,9%). La crisis económica que afectó a España entre 2008 y 2014 tuvo su reflejo en una destacada caída en el consumo de energía, como se observa en los gráficos Consumo de energía primaria y Consumo de energía final.
Productos petrolíferos
A través del proceso de refino del petróleo se obtienen: Gases Licuados del Petróleo (GLP), naftas, gasolina, etileno, propileno, queroseno, gasóleo, fuelóleo, asfalto, coque y lubricantes.
- Los GLP (butano y propano) son los primeros componentes extraídos del petróleo a través de su destilación. Se usan como combustible para la cocina, agua caliente y calefacción.
- Las naftas son los principales componentes usados para múltiples productos, como gasolinas y disolventes, además de ser las materias primas para el etileno y el propileno.
- Las gasolinas se utilizan como combustibles de automoción.
- El etileno y el propileno son hidrocarburos que se utilizan para la producción de plásticos, resinas, disolventes, acetonas y derivados.
- El queroseno es un compuesto de densidad media, y se usa como combustible de aviación y, tras un procesado adicional, como disolvente o combustible de calefacción.
- El gasóleo, tras pasar por múltiples pasos para ser purificado, se usa en (a) vehículos de automoción –el de más calidad–; (b) en maquinaria agrícola, pesquera, embarcaciones y vehículos autorizados; y (c) en calderas de calefacción.
- El fuelóleo es un compuesto muy pesado, y su principal uso es como combustible industrial.
- Los asfaltos son un material de construcción para carreteras, pistas y circuitos. También se usan como impermeabilizante de tejados y suelos.
- El aprovechamiento cada vez mayor de petróleos pesados genera la producción de coque de petróleo que, dado su alto poder calorífico y bajo precio, se emplea en la industria cementera, del aluminio y del acero.
España cuenta con unas infraestructuras de distribución de productos petrolíferos que la hacen emblemática en el mundo. La Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) conecta a su red las ocho refinerías que producen derivados líquidos del petróleo en la Península, a través de 4.020 km de oleoductos, 40 instalaciones de almacenamiento y 28 instalaciones aeroportuarias. También un doble oleoducto, propiedad de Repsol, conecta las refinerías de Cartagena y Puertollano.
El consumo generalizado de gas natural ha sido posible por la red de infraestructuras de Enagás. Cuenta con siete plantas de regasificación de gas natural licuado, cuatro almacenamientos subterráneos, 19 estaciones de comprensión, una red de 11.000 km de gasoductos y seis conexiones internacionales que permiten la importación y exportación de este recurso. También existe la conexión desde la Península y las islas Baleares.
Consumo de productos petrolíferos
De la variada gama de productos petrolíferos que se consumen en España, los gasóleos suponen más de la mitad del total (53,9%), y les siguen los fuelóleos (14,9%), querosenos (10%), gasolinas (8,4%), gases licuados del petróleo (3,4%) y otros productos (9,4%). La evolución reciente del consumo refleja la crisis económica que afectó a nuestro país desde 2008 hasta 2014. Entre ambos años, disminuye el consumo de gasolinas de 6,3 a 4,6 millones de toneladas, y el de gasóleos de 35,4 a 28,4 millones de toneladas. La situación cambia en 2015 con un aumento en el consumo. De todos los productos petrolíferos, el queroseno es el que menos ha notado la caída en su consumo, debido a que, durante los últimos años, España vive una etapa de crecimiento del turismo exterior, que tiene en el transporte aéreo su principal medio de desplazamiento. La crisis en el sector de la construcción y en la oferta de obra pública ha repercutido en la producción de asfalto. Los gases licuados del petróleo (butano y propano) mantienen su papel como consumo doméstico o para calefacciones en los lugares a los que no llega el gas natural. Esta etapa de caída en el consumo ha coincidido con la ampliación de la capacidad de producción de la refinería de Cartagena. Para compensar esta situación se han incrementado las exportaciones de productos derivados del petróleo, con el fin de dar viabilidad a las grandes inversiones realizadas, preferentemente para la producción de gasóleos y querosenos. |
Energía eléctrica
Definen al sector de la producción eléctrica en España la implantación de centrales en todo su territorio y la diversificación de las fuentes de producción como consecuencia de la implantación, desde comienzos de este siglo, del gas natural y de las energías renovables como recursos primarios.
Las centrales hidroeléctricas se localizan en las cuencas de los grandes ríos peninsulares. La disponibilidad de agua ha sido también un factor para la construcción de centrales térmicas y nucleares. Las de carbón, ubicadas en una fase inicial en las cuencas carboníferas del noroeste peninsular y en la provincia de Teruel, se instalaron, después, en el litoral con tres centrales en Andalucía e Illes Balears que consumen carbón de importación. Las de fuelóleo, que desempeñaron un papel estratégico, han desaparecido de la Península pero son la fuente de abastecimiento prioritario de Ceuta, Melilla y las islas de menor tamaño. La disponibilidad de una amplia red de gasoductos ha permitido la construcción de centrales de ciclo combinado en el valle del Ebro. Las centrales nucleares se instalaron en espacios próximos a grandes centros de consumo.
La otra gran apuesta para la producción de electricidad han sido las energías renovables, preferentemente la eólica (21.000 MW), solar fotovoltaica (4.700 MW) y solar termoeléctrica (2.300 MW). También son reseñables los 1.600 MW nuevos en centrales de cogeneración. La energía eólica tiene una localización preferente en la mitad septentrional de España, con una presencia muy destacada en Galicia, Castilla y León, Navarra y Aragón. En Castilla-La Mancha se han construido grandes parque eólicos en las provincias de Albacete, Ciudad Real y Cuenca, y en Andalucía en las provincias de Cádiz y Huelva. Las centrales fotovoltaicas forman parte de los paisajes de nuestro país desde mediados de la primera década de este siglo. Se han instalado paneles solares en las cubiertas de viviendas, naves industriales y parques fotovoltaicos con una gran potencia. La tercera tecnología solar, la térmica, es más reciente y sus grandes plantas se localizan al sur del paralelo 40º N. Desde comienzos de este siglo se han instalado en España 26.670 MW en centrales de ciclo combinado, que funcionan con gas natural. Esto ha permitido la disponibilidad de abundante potencia para futuras necesidades y para cuando no se genera energía eólica por la escasez o ausencia de vientos.
Con este incremento tan intenso de la capacidad instalada, España acumula a finales de 2015 una potencia de 106.247 MW, de los que 101.000 se localizan en la Península.
La cobertura de la demanda de energía eléctrica en España es un hecho singular en el conjunto de países por la diversificación de su procedencia. En 2015, predominan la nuclear (21,8%), carbón (20,3%) y eólica (19%), y a ellas se suman otras siete aportaciones: hidráulica (11%), cogeneración (10,1%), ciclo combinado (10,1%), solar fotovoltaica (3,1%), solar termoeléctrica (2%), otras renovables (1,8%) y tratamiento de residuos (0,8%).
La estructura de la generación anual de energía renovable suele ser variable, debido a que está condicionada por la disponibilidad de agua y de vientos. En 2015 quedó así: eólica (51,4%), hidráulica (29,7%), solar fotovoltaica (8,4%), solar térmica (5,5%) y otras renovables (5%).
Red Eléctrica de España distribuye la producción de las grandes centrales eléctricas españolas a las zonas de consumo, a través de una red de líneas eléctricas aéreas que suman en el conjunto de España 43.660 km, repartidas por casi la totalidad del territorio español.
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En la página Libros Digitales del ANE puedes descargar la obra completa España en mapas. Una síntesis geográfica.