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|epigrafe=Siglo XXI: la geodesia espacial, la cartografía digital e internet
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Algunos de los cambios más trascendentes en la toma de datos y en la producción de cartografía que ya están plenamente asentados en el siglo XXI comenzaron a finales del siglo anterior. La geodesia espacial, que permite obtener coordenadas a partir de constelaciones de satélites artificiales, ha complementado y posteriormente sustituido a la geodesia clásica, basada en observaciones de ángulos y distancias entre vértices geodésicos obtenidas mediante teodolitos y distanciómetros electromagnéticos respectivamente. El posicionamiento y navegación por satélite tuvo su despegue en 1983 con la apertura para uso civil del sistema militar estadounidense GPS (Global Positioning System). Además de su uso originario para la navegación, el GPS se empezó a utilizar en geodesia a finales de los años 80, desplazando a las observaciones clásicas. Actualmente existen otras constelaciones de satélites, denominadas genéricamente GNSS (Global Navigation Satellite System) con utilidades análogas al GPS, como la rusa GLONASS, la europea Galileo o la china Beidou. Precisamente la rápida implantación de la geodesia espacial propició la utilización de nuevos sistemas de referencia de coordenadas globales, a diferencia de los clásicos sistemas locales, como el ED50 (European Datum 1950), oficial en España hasta 2007. En este sentido se publicó el Real Decreto 1071/2007, que adopta el sistema ETRS89 (European Terrestrial Reference System 1989) como el sistema de referencia geodésico oficial en España excepto en las islas Canarias, donde se adopta el sistema REGCAN95. Las referencias de altitudes son, en la Península, el nivel medio del mar en Alicante y, en cada una de las islas, las referencias de los mareógrafos locales.<br>
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La introducción en los años ochenta de los procesos cartográficos digitales mediante programas de diseño asistido por ordenador o CAD supuso un cambio importante frente a la tradicional edición analógica en papel. El paso tecnológico siguiente lo constituyeron los Sistemas de Información Geográfica (SIG) o Geographic Information System (GIS), que permiten añadir a la información gráfica atributos (geométricos o alfanuméricos) y las relaciones geoespaciales entre objetos. Los SIG permiten así una gran variedad de análisis espaciales. La producción cartográfica del IGN se ha ido adaptando al uso de SIG y actualmente existen las llamadas bases de datos topográficas y cartográficas, que almacenan en una estructura de tablas tanto la localización geoespacial de los objetos geográficos como atributos descriptivos de ellos. Así, la Base Topográfica Nacional (BTN), iniciada en 2005 como resultado de la evolución de la antigua Base Cartográfica Numérica 1:25 000 (BCN25), es un producto continuo para toda España, tridimensional, compuesto por múltiples capas temáticas de información, como relieve, hidrografía, poblaciones, construcciones, transportes (carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, etc.), instalaciones (energéticas, espacios dotacionales, servicios), etc. Se trata de un conjunto de datos multiescala, ya que incorpora los datos a la mayor resolución viable, pudiendo ir desde las mayores escalas en las edificaciones de la cartografía catastral (escala media de 1:2000) hasta las menores escalas de los espacios naturales (aproximadamente 1:25 000).<br>
A partir de esta base topográfica, que contiene la información sin generalizar ni simbolizar, se genera mediante los procesos correspondientes de redacción y edición cartográficas, la serie del Mapa Topográfico Nacional a escala 1:25 000 (MTN25) y a escala 1:50 000 (MTN50). Estas series se publican tanto en formato digital como en formato impreso, ajustándose a la división de España según la cuadrícula del MTN50, formada por unas 1100 hojas que se dividen, a su vez, en cuatro hojas a escala 1:25 000 para conformar la serie del MTN25. Para las series cartográficas de menor escala, como son los mapas provinciales y los autonómicos, se realizan operaciones equivalentes de redacción y edición cartográficas a partir de la información generalizada, conforme a las escalas de publicación, de las bases de datos cartográficas correspondientes de las que proceden.<br>