Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar los servicios que ofrece y optimizar la navegación. Si usted continua navegando, consideramos que acepta su uso. Más información

Cambios

Saltar a: navegación, buscar
sin resumen de edición
[[Archivo:Espana_Tabula-Moderna-Hispaniae_1482_imagen_16114_spa.jpg|left|thumb|300px|Imagen: Tabula Moderna Hispanie. ''En: Claudio Ptolomeo,'' Geografía, ''Ulm, 1482. Biblioteca del Instituto Geográfico Nacional (IGN-0082845)''. España.]]
La representación de España ha participado, desde de sus inicios, del desarrollo cartográfico liderado desde Europa Occidentaloccidental. En las primeras relaciones de medidas astronómicas de posiciones terrestres realizadas por Ptolomeo, en los albores de la era cristiana, aparecen puntos y asentamientos en la península ibérica. Los navegantes, en el Mediterráneo del medievo, construyeron y consignaron los perfiles costeros en cartas náuticas y cartas de navegación. Posteriormente, la revolución de la imprenta y la era de los descubrimientos coincidieron con la época de mayor apogeo del imperio hispánico, lo que propició la mejora del conocimiento de la posición geográfica de España en el mundo y la difusión de su representación.<br>
Entre los diferentes factores que han contribuido a la evolución de la representación de España cabe destacar la escasa variación a lo largo del tiempo tanto de su geografía física como de su geografía política. El perfil de España está indisolublemente asociado al de la península ibérica, istmo continental incluido. El 80 % del perímetro español, con las islas comprendidas en el cómputo, es costero y el resto está formado casi en su totalidad por dos fronteras terrestres inusualmente antiguas y estables, con algunas salvedades, en el contexto europeo: la portuguesa, de origen medieval, y la francesa, fijada en el siglo XVII. Desde las primeras representaciones de las que se dispone es fácilmente reconocible el perfil español.<br>
La vocación marinera y tradición comercial propiciada por este amplio litoral exigió la mejora técnica en la medida de la posición geográfica y el perfeccionamiento continuo de la cartografía costera, especialmente con el paso de las aguas tranquilas y bien conocidas del Mediterráneo a los grandes océanos. Sin embargo, la expansión atlántica, la competencia por las rutas comerciales y la lucha por el control de los nuevos hallazgos auparon el conocimiento geográfico a la categoría de información estratégica por parte de la monarquía y, por tanto, se restringió tanto el acceso como su difusión. Muchos proyectos cartográficos quedaron circunscritos a los círculos de poder o, directamente, sepultados en archivos.<br>
{{ANETextoEpigrafe
|epigrafe=Siglo XVIII: ilustración la Ilustración y conocimiento del territorio
}}
[[Archivo:Espana_Red-Geodesica-de-1er-Orden-y-Nivelaciones-de-Precision-de-Espana_1886_imagen_16818_spa.jpg|left|thumb|300px|Imagen: ''Instituto Geográfico y Estadístico.'' Red Geodésica de 1.er Orden y Nivelaciones de Precisión de España. ''Escala 1:1 500 000. 1886, Biblioteca del Instituto Geográfico Nacional (33-I-10)''. España.]]
La construcción y medida de la red geodésica española se inició en 1853 como resultado de la creación de la Dirección de la Carta Geográfica de España. En 1858 se midió la base central de la triangulación en Madridejos (Toledo), la red de primer orden se concluyó en 1915, la de segundo orden en 1927 y la de tercer orden en 1930. Cabe citar aquí, entre otros, el papel desempeñado por Carlos Ibáñez e Ibáñez de ÍberoIbero, quien llevó a cabo los enlaces de la Península con las islas Baleares y con Argelia.<br>
En 1859 se promulgó la ley de Medición del Territorio con el objetivo de levantar el mapa de España y establecer un catastro general. Francisco Coello ideó un plan de trabajos para realizar ambas tareas de forma simultánea, mediante un levantamiento topográfico-catastral a escala 1:2000. Los primeros trabajos se llevaron a cabo en la provincia de Madrid, primero por la Comisión de Estadística y después por la Junta General de Estadística. Entre 1861 y 1869 se levantaron miles de minutas, las conocidas como ''Hojas kilométricas'', de poco más de 100 municipios. El proyecto acabó siendo descartado por demasiado costoso, complejo y lento.<br>
La alternativa consistió en la creación, en 1870, del Instituto Geográfico, con la finalidad de continuar con los trabajos geodésicos en marcha y confeccionar el Mapa Topográfico Nacional (MTN) a escala 1:50 000, dejando para más adelante la elaboración del catastro. El mapa de España consistió en una colección de 1078 hojas para el territorio peninsular y las islas Baleares. Cada hoja cubría 20’ de longitud por 10’ de latitud, con origen de longitudes en el meridiano de Madrid, origen de altitudes el del nivel medio del mar en Alicante, elipsoide de referencia de Struve y proyección poliédrica de Tissot. El relieve era representado por curvas de nivel cada 20 metros. Como primer sistema de reproducción se utilizó la litografía a cinco colores: azul para la hidrografía, verde para cultivos y vegetación, siena para el relieve, rojo para las construcciones y carreteras y negro para los límites administrativos, vértices geodésicos, ferrocarriles, resto de red viaria y la rotulación. Las primeras hojas se publicaron en 1875 y la última de la primera edición no apareció hasta 1968.<br>
El principal artífice del proyecto MTN y primer director del Instituto Geográfico fue Ibáñez de ÍberoIbero. Para la parte correspondiente al levantamiento topográfico se optó por tomar el municipio como unidad de trabajo. Para cada uno se llevaba a cabo el deslinde de su término jurisdiccional; se observaba una red topográfica de triangulación; se elaboraba una minuta con la planimetría y otra con la altimetría, ambas a escala 1:25 000; y se levantaban las poblaciones de más de 10 viviendas a escala 1:5000 y 1:1000. Los trabajos topográficos se llevaron a cabo con brújulas para los itinerarios, teodolitos para triangulaciones y poligonales, niveles para las nivelaciones y cintas métricas para detalles y puntos destacados. Todas las medidas se consignaban en cuadernos especialmente diseñados para contenerlos y llevar a cabo los cálculos necesarios, según las instrucciones impartidas el mismo año 1870. Las minutas de planimetrías, altimetrías y planos de población se hallan en el Archivo Técnico del actual Instituto Geográfico Nacional y constituyen una rica fuente de información, tanto por la extensión como por el detalle, de la geografía española. Sin embargo, las características técnicas del proyecto variaron con el tiempo, por lo que no se puede considerar completamente homogéneo. A finales del siglo XIX sólo se había trabajado en la mitad sur de España.<br>
En cuanto a la cartografía temática, cabe destacar el interés mostrado por disponer de un mapa geológico. En 1850 se creó la Comisión del Mapa Geológico de España y pronto empezaron a publicarse mapas provinciales con escalas entre 1:100 000 y 1:400 000. En 1864 Amalio Maestre publicó el primer mapa geológico de España a escala 1:2 000 000 y la primera edición del conjunto mural del mapa geológico peninsular a escala 1:400 000 fue de 1889. En otras materias, se pueden citar, por parte de instituciones públicas, la ''Carta de los ferrocarriles de España y de las carreteras de 1º, 2º y 3º orden'' (1876), a escala 1:1 000 000, y la ''Carta general de obras públicas de España'' (1882), que consta de 16 hojas a escala 1:500 000. De entre las iniciativas privadas destacamos la ''Colección de Mapas Especiales de España'' (1859-1860) de Miguel de Avellana, y el ''Atlas geográfico descriptivo de la Península Ibérica, Baleares y Canarias y Posesiones de Ultramar'' (1880), de Emilio Valverde.<br>
También hubo una importante aportación militar a la cartografía española. Tanto Coello como Ibáñez de Íbero Ibero fueron militares. En 1863, el Cuerpo de Estado Mayor inició la formación del ''Mapa Itinerario Militar de España'' a escala 1:500 000, que publicó el Depósito de la Guerra en 1865 en 20 hojas. A partir de 1869 se inició el ''Mapa Itinerario'' a 1:200 000, del que a finales de siglo sólo se publicaron 22 hojas de las 65 proyectadas.<br>
{{clear}}
}}
La introducción en los años ochenta de los procesos cartográficos digitales mediante programas de diseño asistido por ordenador o CAD supuso un cambio importante frente a la tradicional edición analógica en papel. El paso tecnológico siguiente lo constituyeron los Sistemas de Información Geográfica (SIG) o ''Geographic Information System'' (GIS), que permiten añadir , a la información gráfica , atributos (geométricos o alfanuméricos) y las relaciones geoespaciales entre objetos. Los SIG permiten así una gran variedad de análisis espaciales. La producción cartográfica del IGN se ha ido adaptando al uso de SIG y actualmente existen las llamadas bases de datos topográficas y cartográficas, que almacenan en una estructura de tablas tanto la localización geoespacial de los objetos geográficos como atributos descriptivos de ellos. Así, la Base Topográfica Nacional (BTN), iniciada en 2005 como resultado de la evolución de la antigua Base Cartográfica Numérica 1:25 000 (BCN25), es un producto continuo para toda España, tridimensional, compuesto por múltiples capas temáticas de información, como relieve, hidrografía, poblaciones, construcciones, transportes (carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, etc.), instalaciones (energéticas, espacios dotacionales, servicios), etc. Se trata de un conjunto de datos multiescala, ya que incorpora los datos a la mayor resolución viable, pudiendo ir desde las mayores escalas en las edificaciones de la cartografía catastral (escala media de 1:2000) hasta las menores escalas de los espacios naturales (aproximadamente 1:25 000).<br>
A partir de esta base topográfica, que contiene la información sin generalizar ni simbolizar, se genera mediante los procesos correspondientes de redacción y edición cartográficas, la serie del Mapa Topográfico Nacional a escala 1:25 000 (MTN25) y a escala 1:50 000 (MTN50). Estas series se publican tanto en formato digital como en formato impreso, ajustándose a la división de España según la cuadrícula del MTN50, formada por unas 1100 hojas que se dividen, a su vez, en cuatro hojas a escala 1:25 000 para conformar la serie del MTN25. Para las series cartográficas de menor escala, como son los mapas provinciales y los autonómicos, se realizan operaciones equivalentes de redacción y edición cartográficas a partir de la información generalizada, conforme a las escalas de publicación, de las bases de datos cartográficas correspondientes de las que proceden.<br>
Pero si algo caracteriza a nuestro siglo, es la disponibilidad de la cartografía digital en Internet. Desde hace años existen multitud de visualizadores cartográficos que permiten aplicaciones solo soñadas hace no mucho tiempo. El visualizador pionero del IGN es Iberpix, nacido en la primera década del siglo. Permite visualizar toda la cartografía del IGN a diversas escalas, ortofotografías aéreas, imágenes de satélite o modelos digitales del terreno y superponer a las anteriores otras capas de información. Otra de las aplicaciones de más éxito y utilidad es el llamado "mapa a la carta". Fue creado con la intención de superar la tradicional falta de flexibilidad de los mapas "cortados" según las cuadrículas cartográficas del MTN50 y MTN25, cuyos límites de hojas no siempre se adaptan a la zona de interés del usuario, ya que esta puede quedar situada en los bordes del mapa o incluso partida entre varias hojas. El mapa a la carta, disponible en [http://www.ign.es/web/ign/portal www.ign.es/web/ign/portal], permite desplazar la ventana o marco de la hoja sobre el mapa de España, gracias a la BTN25, con el fin de ajustarlo a la zona de interés, además de admitir otras personalizaciones para el usuario. Se trata de un buen ejemplo de la oferta a través de internet de distintas series cartográficas en formato continuo, sin cortes, para toda España.<br>
Por otra parte, la aprobación de la Directiva 2007/2/CE, de 14 de marzo de 2007, por la que se establece una infraestructura de información espacial en la Comunidad Europea, conocida como INSPIRE (''Infrastructure for Spatial Information in Europe''), estableció las reglas generales para la creación de una Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) europea a partir de las IDE de los Estados miembros. Esta Directiva fue traspuesta al ordenamiento jurídico español mediante la Ley 14/2010, de 5 de julio, sobre las infraestructuras y los servicios de información geográfica en España (LISIGE), modificada posteriormente en 2018. Una IDE es un sistema de información integrado por un conjunto de recursos (datos, servicios, servidores, etc.) que gestionan y facilitan el acceso a información geográfica (cartografía, ortofotos aéreas, imágenes de satélite, modelos digitales de elevaciones, etc.), a través de Internet. La característica principal de esta tecnología es la interoperabilidad de los servicios que publican los datos, que permite que un usuario, utilizando un simple navegador, pueda consultarlos y combinarlos según sus necesidades, accediendo a ellos de forma remota sin necesidad de disponer de esa información geográfica y esos programas instalados físicamente en su ordenador. Así, las Administraciones públicas (AA. PP.) publican la información geográfica que producen en el ámbito de sus competencias mediante estos estándares de interoperabilidad. Actualmente existen multitud de visualizadores que permiten mostrar información geográfica digital e incluso realizar análisis espaciales sobre ella, mediante el acceso a esos datos y servicios interoperables publicados por las AA. PP. y organismos responsables de la producción y actualización de dicha información. Además de la publicación de los datos a través de servicios web de catalogación, visualización y descarga, el Instituto Geográfico Nacional completa su oferta de publicación con la puesta a descarga de toda su información geográfica digital, bajo licencia de uso libre y gratuito (CC BY 4.0), a través del portal Centro de Descargas. Con todo esto, se cambia de un paradigma centrado en el productor de la información y sus requisitos, a otro basado en las necesidades del usuario, que puede acceder de manera libre y gratuita a la información geográfica que producen las AA. PP.<br>
{{ANEAutoria
796
ediciones

Menú de navegación