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Para comprender bien la diversidad y distribución de la vegetación en España es importante partir del contexto biogeográfico y bioclimático existente, ya explicado a escala europea, pero descendiendo ahora a un detalle mayor.
Desde el punto de vista biogeográfico, España pertenece al reino Holártico y se reconocen tres regiones subdivididas en diversas subprovincias. La '''región eurosiberiana ''' ocupa la franja noroccidental de España y está constituida por la subdivisión las seis subprovincias del Pirineo y de la Cordillera Cantábrica, haciendo seis subprovincias en total. La región mediterránea ocupa el resto de la península ibérica y se subdivide en doce subprovincias. Por último, el rango de las islas Canarias (así como de otras islas volcánicas del Atlántico) ha sido objeto de controversia en los últimos años , con argumentos para incluirlas en la '''región mediterránea ''' como subprovincias frente a reconocerle un rango diferencial como '''región macaronésica'''. Una reciente investigación (Fernández-Palacios et al., 2024) concluye que la diversidad de plantas vasculares de la macaronesia es lo suficientemente robusta como para merecer el rango de región florística independiente dentro del reino Holártico , por lo que se ha recogido así en el mapa que acompaña''[[:Archivo:Espana_Regiones-biogeograficas_2024_mapa_19246_spa.jpg|Regiones Biogeográficas]]''. Es una región subdividida en dos subprovincias.
España se caracteriza por una gran diversidad bioclimática, como se evidencia en los veintisiete veinticinco tipos de regímenes bioclimáticos representados en el mapa de ''[[:Archivo:Espana_Tipos-bioclimaticos_2020_mapa_19220_spa.jpg|Tipos bioclimáticos]]''. Como se observa en la leyenda, en una primera aproximación, se diferencian cuatro termotipos: euritermo, crioy mesocrio, mesocrio comentados anteriormente en Tipos bioclimáticos en Europa , más un tipo termal de escasa representación en España (e inapreciable a escala europea). Cada uno de ellos se subdivide en función de sus condiciones hídricas. Las condiciones mesófilas implican mantenimiento de la humedad sin paralización vegetativa hídrica (PVH). Las condiciones tropófilas suponen de uno a cuatro meses de PVH, y las xerófilas de cinco a ocho meses de PVH. Así , hay presentes ocho tipos: xerófilo en Canarias al sur de Tenerife y Gran Canaria, y en general, en España, euritermo (xerófilo, tropófilo y mesófilo) en el litoral mediterráneo, valle del Guadalquivir, Extremadura, costa del cantábrico y Galicia, crio (tropófilo y mesófilo) en las dos mesetas, valle del Ebro y piedemontes de cordilleras, y mesocrio (tropófilo y mesófilo) en las áreas de montaña media y alta.
La combinación entre los territorios biogeográficos y los tipos bioclimáticos permite comprender la distribución de la vegetación que se aborda a continuación. Se destacan algunos ejemplos: en la subprovincia cantabroatlántica domina el régimen euritermo mesófilo húmedo e hiperhúmedo; en las subprovincias mediterráneas el crio tropófilo semiárido en el interior, a excepción de las montañas con crio mesófilo, y en el valle del Guadalquivir-Extremadura y el litoral mediterráneo con euritermo tropófilo; finalmente , en las subprovincias macarónésicas macaronésicas dominan los tipos euritermo tropófilo árido y semiárido y al sur de Tenerife y Gran Canaria el régimen xerófilo de carácter tropical. Por último, en las cumbres del Teide y de La Palma aparecen los tipos crio y mesocrio tropófilo.
<div style="display: flex; flex-flow: row wrap; float: center; clear: both; justify-content: center; margin: auto; width: 100%;">
| Superficie no forestal || style="text-align:center" | || style="text-align:center" | 26,7
|}</div>
<div style="display: block; color: black; font-size: 80%; font-weight: normal; text-align: left; margin: 0 10px 5px; max-width: 450px;" >Nota: son porcentajes aproximados, medidos sobre la cartografía generalizada<br>Fuente: Mapa de Series de Vegetación de Salvador Rivas Martínez y Mapa Forestal de España</div>
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[[Archivo:Espana_Formaciones-vegetales-potenciales_2009_mapa_15283_spa.jpg|left|thumb|300px|Mapa: Formaciones vegetales potenciales. 2009. España. [//centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Formaciones-vegetales-potenciales_2009_mapa_15283_spa.pdf PDF]. [//centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Formaciones-vegetales-potenciales_2009_mapa_15283_spa.zip Datos].]]
Una '''formación vegetal potencial''' se identifica con una comunidad de vegetación en su etapa madura y adaptada a las características ambientales (principalmente clima y suelo) de un territorio determinado. Las etapas maduras se corresponden en muchos casos con formaciones boscosas (siempre que las condiciones de clima y suelo lo permitan), pero pueden ser también formaciones de matorral (por ejemplo, si no hay disponibilidad hídrica suficiente para que se desarrolle un bosque, como en el centro del valle del Ebro o en el sudeste peninsular) o también formaciones de pastizales (en las zonas de montaña en las que hace excesivo frío para que vivan las especies arbóreas o arbustivas). Así, el mapa ''[[:Archivo:Espana_Formaciones-vegetales-potenciales_2009_mapa_15283_spa.jpg|Formaciones vegetales potenciales]]'' ofrece una imagen hipotética de cómo sería la vegetación si solo dependiera del clima y el suelo existente y el ser humano no hubiera intervenido modificándola a lo largo de su historia. Es, en definitiva, un modelo, pero muy útil y didáctico para entender mejor la relación con los factores naturales que explican la distribución de la vegetación en España y para conocer también hacia dónde evolucionaría posiblemente la vegetación si solo fuesen los procesos naturales los que actuasen y el ser humano cesara en la explotación del territorio (abandono de cultivos, de pastoreo...). El mapa se ha elaborado a partir del Mapa de Series de Vegetación del antiguo Ministerio de Medio Ambiente (Rivas Martínez, S. Coord. 1987) realizando y se ha realizado una agrupación de las múltiples series de vegetación existentes con el criterio de reflejar los principales paisajes vegetales de España.
[[Archivo:Espana_Formaciones-vegetales-actuales_2021_mapa_19287_spa.jpg|left|thumb|300px|Mapa: Formaciones vegetales actuales. 2021. España. [//centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Formaciones-vegetales-actuales_2021_mapa_19287_spa.pdf PDF]. [//centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Formaciones-vegetales-actuales_2021_mapa_19287_spa.zip Datos].]]
Una '''formación vegetal actual''' es la que existe en el momento en el que se realiza la cartografía de la vegetación, y es el resultado combinado de la influencia de los factores naturales, pero sobre todo de la transformación por la actividad humana en el paisaje vegetal potencial para poder vivir. Las formaciones vegetales actuales no coinciden en la mayoría de los casos con las potenciales, puesto que se corresponden con superficies de cultivos, pastizales o áreas urbanas totalmente controladas por la acción del ser humano o con otras comunidades vegetales que se relacionan con etapas de sustitución (matorrales, bosques más o menos intervenidos y degradados, repoblaciones, etc.) de la hipotética vegetación potencial que podría existir. Bien es cierto que, en algunas zonas, sobre todo en las áreas de montaña y en espacios protegidos, los tipos de vegetación actual son bastante similares a las potenciales, gracias a la escasa intervención humana sobre ellas.
Según el último [https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/estadisticas/forestal_anuarios_todos.html Anuario de estadística forestal (2022)] la superficie forestal de España es de 28 391 780 hectáreas, lo que equivale al 5656 % del total del territorio. De ella 19 239 973 hectáreas, un 3838 % del territorio, corresponden a arbolado. El mapa ''[[:Archivo:Espana_Formaciones-vegetales-actuales_2021_mapa_19287_spa.jpg|Formaciones vegetales actuales ]]'' se ha realizado mediante una gran labor de síntesis a partir de los datos más recientes del mapa forestal de España, agrupando los numerosos tipos del [https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/inventarios-nacionales/inventario-forestal-nacional.html Inventario forestal nacional] y organizando una leyenda en tres niveles. Un primer nivel diferencia cinco categorías: formaciones arbóreas, matorral, pastopastos, vegetación edafófila y superficie no forestal. Esta clasificación se basa en la estructura dominante en las formaciones climatófilas. El segundo nivel desagrega las formaciones arbóreas, el matorral y de la vegetación edafófila en el mapa de conjunto y es el que permite un contraste, siempre aproximado, con el mapa de vegetación potencial. Ello ha permitido la elaboración de la tabla de Tipos de vegetación, que recoge la enorme diferencia de porcentajes entre las principales formaciones vegetales potenciales y las actuales. El tercer nivel desagrega los principales tipos de formaciones arbóreas en mapas independientes que permiten interpretar mejor la diversidad existente.
[[Archivo:Espana_Coniferas_2021_mapa_19249_spa.jpg|left|thumb|300px|Mapa: Coníferas. 2021. España. [//centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Coniferas_2021_mapa_19249_spa.pdf PDF]. [//centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Coniferas_2021_mapa_19249_spa.zip Datos].]]
Las '''coníferas''' se caracterizan porque sus hojas suelen tener forma de agujas (hojas aciculares típicas de los pinos) o de escamas y son perennes (con excepción de dos géneros: Larix y Taxodium). Pertenecen al grupo de las plantas gimnospermas, que son las que producen semillas en conos femeninos o piñas. El mapa Coníferas muestra la gran variedad existente de coníferas y la amplia superficie que ocupan, especialmente en áreas de montaña del centro y este peninsular, así como en Tenerife, La Palma, Gran Canaria e Ibiza. En el dominio eurosiberiano , los bosques más representativos son: pinares de pino negro (Pinus uncinata), pinares de pino albar (Pinus sylvestris) y abetales (Abies alba). En el dominio mediterráneo, además del pino albar, que también se adapta a estas condiciones, se desarrollan otras coníferas. Entre ellas destacan: el pino carrasco (Pinus halepensis), que con frecuencia acompaña a otras especies y actúa preferentemente como etapa de sustitución del encinar; la sabina albar (Juniperus thurifera); y el pinsapo (Abies pinsapo). El pinsapo es una especie endémica y una reliquia, actualmente muy protegida, que se localiza en la Sierra de Grazalema (Cádiz) y en la Sierra de las Nieves (Ronda, Málaga), necesita una gran pluviometría (más del 1.000 1000 mm al año) y un régimen térmico moderado. Las colonias existentes en España son restos del terciario, que se han conservado hasta la actualidad.
En conjunto , las coníferas peninsulares suman un dominio potencial de escasa superficie en la Península y Baleares según el modelo cartografiado (inferior al 44 %), que contrasta con el 1616 % que cubren en la actualidad, debido a intervenciones de repoblación y a su propia capacidad de propagación y adaptación, siendo aunque es, no obstante , un tema complejo. En Canarias, sin embargo, a las coníferas les correspondería un 4040 % de la superficie de las islas, repartido entre el pinar canario (Pinus canariensis) y el sabinar canario (Juniperus canariensis). El pino canario forma cinturones forestales en las vertientes altas o pisos culminantes de las islas centrales y occidentales del archipiélago. La sabina forma parte del bosque termófilo de las medianías bajas. Estos bosques han reducido drásticamente su superficie (1010 %) y biodiversidad, al ocupar áreas con buenas condiciones ambientales para el aprovechamiento agrario y el asentamiento de la población.
[[Archivo:Espana_Frondosas-caducifolias-y-marcescentes_2021_mapa_19252_spa.jpg|left|thumb|300px|Mapa: Frondosas caducifolias y marcescentes. 2021. España. [//centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Frondosas-caducifolias-y-marcescentes_2021_mapa_19252_spa.pdf PDF]. [//centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Frondosas-caducifolias-y-marcescentes_2021_mapa_19252_spa.zip Datos].]]
Los bosques de '''frondosas caducifolias''' están formados por planifolios que pierden su hoja al llegar la estación desfavorable, hecho que en los climas de latitudes templadas se produce en la estación fría. Las nuevas hojas vuelven a brotar al llegar la estación favorable. Potencialmente ocuparían en España un 1010 % de la superficie, correspondiendo casi un 66 % a robledales (Quercus robur) y en torno a un 2,22 % tanto a hayedos (Fagus sylvatica) como a bosques mixtos caducifolios, todos ellos propios del dominio eurosiberiano. En todos los casos su superficie actual es mucho más reducida que la potencial, ya que no alcanza el 33 % entre todos. Además, hay especies secundarias , como el abedul y el castaño, que están ocupando buena parte del dominio potencial del robledal.
En el mismo mapa Frondosas caducifolias y marcescentes se representan también las '''frondosas marcescentes''', árboles de hoja plana que se caracterizan por el retraso en la defoliación, de manera que pasan la estación desfavorable (el invierno en las latitudes templadas) con todas sus hojas secas pero unidas a las ramas y permanecen así hasta que las nuevas brotan en la estación favorable (primavera) y las hacen caer entonces. El aspecto de estos bosques en invierno es muy diferente a los de hoja caduca (sin ninguna hoja en las ramas), o de frondosas perennifolias siempreverdes. En la Península , son bosques abundantes y representativos de ambientes de transición entre los dominios bioclimáticos eurosiberiano y mediterráneo , ocupando potencialmente más de un 1515 % de la superficie, hoy reducida a un 3,56 %. Los robledales pelosos (Quercus pubescenso Quercus humilis) tienen preferencias ecológicas más propias del dominio eurosiberiano, como se observa en el mapa, mientras que se adaptan mejor a las condiciones mediterráneas los quejigares (Quercus faginea y Quercus canariensis) y , en menor medida, los rebollares o melojares (Quercus pyrenaica), que ocupan los territorios de contacto entre ambos dominios.
[[Archivo:Espana_Frondosas-perennifolias_2021_mapa_19251_spa.jpg|left|thumb|300px|Mapa: Frondosas perennifolias. 2021. España. [//centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Frondosas-perennifolias_2021_mapa_19251_spa.pdf PDF]. [//centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Frondosas-perennifolias_2021_mapa_19251_spa.zip Datos].]]
Las especies arbóreas '''frondosas perennifolias''' son aquéllas aquellas que se caracterizan por tener hojas siempreverdes en sus ramas a lo largo de todo el año. Así, son bosques con árboles cuyas hojas no mueren ni brotan al mismo tiempo sino de forma individualizada, de manera que la copa siempre presenta follaje. Los encinares son el ejemplo más representativo y abundante, perfectamente adaptado al dominio biogeográfico mediterráneo y que potencialmente se considera que cubriría un 5555 % de la Península y Baleares (actualmente reducido a un 1212 %). También hay que citar los alcornocales (Quercus suber) sobre suelos ácidos, con casi un 33 % de superficie potencial frente al 11 % actual, y los acebuchales u olivos silvestres (Olea europaea), de ambiente más termófilo y que destacan sobre todo en Baleares y en el suroeste peninsular, especialmente en Cádiz.
Mención especial merecen los bosques de laurisilva, localizados en las Islas islas Canarias, salvo en las más áridas de Lanzarote y Fuerteventura. Su distribución se vincula a las vertientes medias orientadas al norte y noreste y a los vientos húmedos del alisio. Las principales especies arbóreas son el laurel (Laurus novocanariensis), el viñátigo (Persea indica), el barbusano (Persea barbujana) y el til (Ocotea foetens). Su dominio potencial se considera mucho más amplio que el actual (11,44 % frente a menos de un 22 % de la superficie que ocupa en nuestros días), y se asocia a suelos profundos y fértiles para la agricultura. El fayal-brezal corresponde principalmente a comunidades de sustitución integradas por brezo (denominado en la cartografía Erica arborea según indica la fuente, aunque actualmente se le denomina Erica canariensis), faya (Myrica faya en la cartografía por igual motivo, ahora Morella faya) y acebiño (Ilex canariensis), resultado del intenso uso agrario y forestal que ha experimentado el bosque hasta hace algunas décadas.
Las '''dehesas''' son una formación vegetal y un paisaje muy singular y frecuente sobre todo en el sector occidental de la Península , como se observa en el mapa Dehesas. Es un paisaje modelado por el hombre que combina arbolado disperso de diferentes especies productoras de bellota, aunque domina la encina, y pastos que constituye un sistema agrosilvopastoral con interés ambiental y cultural.
Por último, se han representado las formaciones arbóreas que son '''mezcla de coníferas y frondosas''' que no se recogen en el modelo de vegetación potencial, pero son una realidad que abunda en la actualidad. Las formaciones mixtas de especies autóctonas son mucho más abundantes y están presentes en la mayoría de las provincias. En cambio, la mezcla de especies autóctonas y alóctonas ocupa menor superficie, si bien es relativamente frecuente en el País Vasco, Galicia y Huelva.
El '''matorral''' es una parte muy importante de la superficie forestal. Puede corresponder a etapas maduras de vegetación potencial en los casos en los que algún factor limitante como el agua (matorrales xerófilos y termófilos) o las bajas temperaturas (matorrales de alta montaña) impidan el desarrollo de una formación boscosa. Se estima que ocuparían potencialmente un 77 %. Pero existen además matorrales que se corresponden a etapas de sustitución de las formaciones boscosas anteriormente citadas, como resultado de incendios, roturaciones, cultivos o pastos posteriormente abandonados y otros aprovechamientos. El conjunto de matorrales, ya correspondan a etapas maduras o a etapas de sustitución, constituyen una parte considerable de la superficie forestal española, que albergan una elevada biodiversidad y realizan funciones ecosistémicas de primer orden.
[[Archivo:Enelaboracion.jpg|right|thumb|300px|Imagen: Matorral de cardonal-tabaibal en Canarias.]]
Por ello, se ha hecho un esfuerzo considerable por reflejar la diversidad de '''tipos de matorral''' en el mapa Formaciones vegetales actuales, con frecuencia homogeneizados en exceso bajo denominaciones muy genéricas. Se han agrupado más de 180 formaciones arbustivas del mapa forestal en los ocho tipos de matorral representados en el mapa.
El Matorral matorral mixto de alta y media montaña se compone principalmente de erizales (Genista sp.), bujedos (Buxus sp.), gayubares (Arctostaphylos uva-ursi) y arandanales (Vaccinium myrtillus), que ocupan las vertientes y zonas altas , con otras composiciones pluriespecíficas en Canarias. Los Brezalesbrezales-tojales son formaciones mixtas de Erica y Ulex, o monoespecíficas de estas especies que se distribuyen ampliamente en el norte y noroeste de la Península. Los retamares-escobonales se encuentran también en áreas de montaña, especialmente en el Sistema Central, y en la penillanura extremeña. Por su parte, los matorrales de quercíneas y juniperus se hallan dispersos por la Península e islas Baleares con más extensión al este. Lo mismo ocurre con los tomillares (Timus Thymus sp.), aligares aliagares (Genista sp., Ulex sp. Y y Calicotome sp.), romerales (Salvia rosmarinus), y jarales (Cistus sp.), que a menudo actúan como matorrales de sustitución de encinares. El matorral xerófilo se concentra en el sureste peninsular en Almería y Murcia, con especies características como el azofaifo (Ziziphus lotus), el arto (Maytenus senegalensis) y herbazales de espartales (Stipa sp.).
Los matorrales de Canarias destacan por su singularidad y por su extensión, tanto en su dominio potencial (4747 %) como actual (3636 %). Por encima de los 2 000 2000 m de altitud, en condiciones secas y oscilaciones térmicas significativas, dominan los matorrales de cumbres de leguminosas (Tenerife y La Palma). El retamón (Genista benehoavensis) y el codeso (Adenocarpus viscosus subsp. spartioides) en La Palma, y la retama del Teide (Spartocytisus supranubius) en Tenerife, son reconocidos hoy en día como la vegetación potencial más característica de las cumbres canarias (del Arco and & Rodríguez, 2018). La presencia de cedros (Juniperus cedrus) ralos y aislados en algunos escarpes está muy condicionada por la intensa antropización. Pero es el matorral de suculentas del cardonal-tabaibal (Euphorbia canariensis y E. balsamifera) el que presenta un gran dominio potencial una significativa extensión en la franja costera de todas las islas.
Los '''pastizales''' constituyen la vegetación potencial de pequeñas zonas (no representables a esta escala), tanto del dominio eurosiberiano como del mediterráneo, (no representables a esta escala) por encima de una cierta altitud en las que el frío es excesivo para el desarrollo de especies arbóreas o arbustivas. Es uno de los ejemplos en los que vegetación potencial y real coinciden, porque además tienen un importante aprovechamiento económico ligado a la ganadería. Pero además de estas áreas de montaña, hay actualmente una superficie mucho mayor (5,44 % en el conjunto de España) de formaciones de pastizal-matorral, muchas veces en mosaico, que corresponden a etapas de degradación de todas las formaciones anteriormente citadas, relacionadas de forma directa o indirecta con su aprovechamiento actual o pasado (cultivos, pastoreo) o que son el resultado de incendios u otros procesos.
Por último, es importante destacar la existencia de formaciones vegetales que dependen fundamentalmente de las características del suelo sobre el que se desarrollan y resultan menos influidas por las condiciones climáticas imperantes. Es la razón por la que se denominan '''vegetación edafófila''' (edafohigrofila y edafoxerófila) y, además, poseen características muy especiales de gran interés biogeográfico.
Los tres tipos de formaciones edafófilas más destacados , que se dan dentro de cualquiera de las tres regiones bioclimáticas existentes, son:
<ul>
<li>Los bosques de ribera (fresnedas, choperas, alamedas, bosques mixtos...) desarrollados en suelos con abundante humedad junto a los ejes fluviales. Su disposición lineal junto a los cursos fluviales hace difícil su representación y visibilidad a esta escala, dificultad aumentada por ser uno de los tipos de vegetación potencial que más ha reducido su superficie debido al uso antrópico de los fértiles y accesibles suelos en los que se localiza (desde el 44 % potencial al 0,66 % actual).</li>
<li>Las formaciones salinas, normalmente matorrales de bajo porte en suelos con alto contenido en sales. Destacan sobre todo en las marismas de zonas litorales, pero también en depresiones internas de carácter endorreico.</li>
<li>La vegetación psammófila sobre arenales costeros, destacando en la costa atlántica de Andalucía, desde Ayamonte hasta Doñana.</li>
</ul>
Por último, la superficie '''no forestal ''' incluye todo lo que se clasifica como suelo artificial y cultivos, por lo que no aparece en el mapa de vegetación potencial, mientras que supone aproximadamente un 4646 % de la superficie de la Península y Baleares y un 2727 % de las islas Canarias, y es notoria su localización en las amplias depresiones y zonas litorales.
{{ANEAutoria|Autores=Paloma Ibarra Benlloch, Rafael Cámara Artigas, Esther Beltrán Yanes, Concepción Fidalgo Hijano}}
}}
{{ANETextoEpigrafe|epigrafe=Flora}}
[[Archivo:Enelaboracion.jpg|right|thumb|300px|Imagen: Cypripedium calceolus, geófito rizomatoso en peligro de extinción.]]