4365
ediciones
Cambios
sin resumen de edición
[[Archivo:Espana Mundo-urbano-a-finales-del-siglo-XVIII 1750-1799 mapa 15446 spa.jpg|left|thumb|300px|Mapa de mundo urbano a finales del siglo XVIII. (1750-1799). España. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Mundo-urbano-a-finales-del-siglo-XVIII_1750-1799_mapa_15446_spa.pdf PDF]. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Mundo-urbano-a-finales-del-siglo-XVIII_1750-1799_mapa_15446_spa.zip Datos]]]
{{ANEAutoria|Autores= María Sánchez Agustí, José Antonio Álvarez Castrillón, Mercedes de la Calle Carracedo, Daniel Galván Desvaux, Joaquín García Andrés, Isidoro González Gallego, Montserrat León Guerrero, Esther López Torres, Carlos Lozano Ruiz, Ignacio Martín Jiménez, Rosendo Martínez Rodríguez, Rafael de Miguel González}}
[[Archivo:Espana Desamortizacion-de-Madoz 1855-1867 mapa 15696 spa.jpg|right|thumb|300px|Mapa de desamortización de Madoz. (1855-1867). España. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Desamortizacion-de-Madoz_1855-1867_mapa_15696_spa.pdf PDF]. [http://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/busquedaRedirigida.do?ruta=PUBLICACION_CNIG_DATOS_VARIOS/aneTematico/Espana_Desamortizacion-de-Madoz_1855-1867_mapa_15696_spa.zip Datos] [https://interactivo-atlasnacional.ign.es/index.php#c=indicator&i=r_51_t.r_51_t&s=1855-1867&t=A02&view=map9 Interactivo. ]]]
Su objeto fue la nacionalización de todos los bienes (edificios, tierras, obras de arte, libros, etc.) y tierras de las denominadas ''llamadas manos muertas'', en su mayor parte la mayoría propiedad de las órdenes religiosas, excepto las de carácter educativo educativas o sanitariosanitarias. Hubo antecedentes: bienes de los jesuitas expulsados, algún intento de Godoy, la confiscación de bienes a liberales y afrancesados o la nacionalización del patrimonio de la Inquisición y las órdenes militares, decretada por las Cortes de Cádiz.
La desamortización de Juan Álvarez Mendizábal, ministro de Hacienda progresista durante la regencia de María Cristina, se inició en 1835. Se incautaron los bienes de órdenes religiosas y se vendieron al mejor postor para pagar la deuda pública, financiar la guerra Carlista y crear una clase media agraria con los campesinos que, así, obtendrían las tierras en propiedad. Tambien quería conseguir adeptos a las ideas liberales e inclinar hacia la reina niña la indecisa guerra Carlista, además de fomentar la producción agraria y su comercio. Entre 1836 y 1837 se obtuvieron 3.600 millones de reales (ver mapa Desamortización de Mendizábal).La aplicación de los decretos desamortizadores de Mendizábal se paralizó durante la década moderada (1844-1854, gobierno de Narváez). Pero Pascual Madoz, ministro de Hacienda durante el bienio progresista (1855-1856, gobierno de Espartero), los reactivó con mayor intensidad: los aplicó, no solo a los bienes eclesiásticos, como en la primera desamortización, sino también a los bienes comunales de los municipios y a los del propio Estado (mapa Desamortización de Madoz). Se quería financiar las obras del ferrocarril, fomentar la producción agraria y modernizar el campo.
<div><ul style="text-align: center">
La restauración supuso un periodo de estabilización socioeconómica, de consolidación de los logros obtenidos durante el periodo isabelino y de creación de otros nuevos.
La oferta de suelo agrícola, fruto de las desamortizaciones, aumentó las superficies cultivadas, la producción agraria y el consumo. Hasta 1882 las condiciones económicas agrarias fueron muy favorables para la producción de cereal en el interior. La guerra de Crimea y los subsiguientes conflictos en el oriente europeo favorecieron las exportaciones, hasta el punto de que se habla del nacimiento de una burguesía harinera en las dos castillas, cuyo lema era: «agua, sol, y guerra en Sebastopol».
A finales del siglo XIX, el 70% de la producción nacional de hierro se localizaba en el País Vasco, con lo que España se convirtió en principal suministrador de hierro al resto de Europa. La producción dio un salto espectacular, desde 43.000 toneladas de lingotes de hierro y 37.000 de hierro dulce y acero, que se producían en 1868, a 310.000 y 199.000 toneladas, respectivamente, producidas en 1900.
La obtención de hierro fue importante para la expansión ferroviaria. Y a A ello contribuyeron los beneficios de la desamortización de Madoz y una serie de leyes propiciadoras de una favorable financiación, como la Ley General de Ferrocarriles de 1855, lo que atrajo capital extranjero, francés en las vías del norte e inglés en las del sur. La primera línea ferroviaria peninsular fue la de Barcelona-Mataró en 1848, a la que siguió la de Madrid-Aranjuez en 1851. En 10 años (1856-1866) se construyeron 460 km anuales, alcanzando y se alcanzaron los 5.000 kmconstruidos. En una segunda etapa de 23 años (1873-1896) se llegó a los 12.000 km. El siglo XX se inició con 15.000 km de línea, alguna de ellas internacional: Madrid-Lisboa (1881) y Lisboa-Madrid- París (1887).
<div><ul style="text-align: center">
</ul></div>
Alfonso XIII ocupa el trono a los 16 años, entre un general pesimismo histórico producido por ''el desastre'' del 98, que marcó toda una generación, la del 98.
Compañías extranjeras de tipo colonial eran dueñas de las materias primas(mapa Grandes compañías extranjeras). Alemanes, belgas y franceses tenían las concesiones de minas y los ingleses dominaban más del 50% del capital extranjero en muchos campos: forestal (corcho), alimentación (Suchard) y, desde luego, la minería (Riotinto). A partir de 1868 (Ley de Minas), el Estado había aumentado su compromiso con ellas. Extraían cinc, cobre, mercurio, plomo…
El capital español (con excepciones, como la del marqués de Salamanca años antes), se conformaba con sus latifundios agrarios(mapa La gran propiedad rústica). Aún Aun así, el sector industrial agroalimentario aparecía tímidamente. Pero la irresolución de la La irresoluta cuestión agraria (66% de la población activa) , con un elevado número de jornaleros sin tierra, en paro estacional y en gran medida analfabetos, motivó la aparición de sindicatos agrarios revolucionarios.
También seguía sin solucionar la cuestión social. En 1916 hubo 237 huelgas; en 1920 más de 1.000. La represión de la huelga general de 1917 (mapa ''[[:Archivo:Espana Huelgas-y-conflictos-sociales-en-la-primera-mitad-del-siglo-XX 1900-1949 mapa 15906 spa.jpg|Huelgas y conflictos]] ...'') dejó decenas de muertos y miles de detenidos. Con la dictadura de Primo de Rivera bajó la conflictividad por las grandes obras públicas y la colaboración de la Unión General de Trabajadores (UGT). Pero en 1929 estalló de nuevo la situación. La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) llegaba a 700.000 afiliados ese año, y en los primeros años de la República la UGT duplicó esa cifra. En Andalucía los sindicatos campesinos superaban los cien mil afiliados en la huelga, que en 1934 se anticipó a la huelga general revolucionaria (mapas Afiliación a la Confederación Nacional de Trabajo y Afiliación al Partido Socialista Obrero Español).
|}
<div><ul style="text-align: left; float:left">
</li>
</ul></div>
En el mes de mayo de 1931 más de cien conventos fueron incendiados. Al año siguiente hubo un intento revolucionario anarquista, un alzamiento monárquico y hasta un golpe de Estado, el fracasado del general Sanjurjo. Y mientras las cortes republicanas afrontaban la reforma agraria, la reorganización del ejército, la generalización de la educación, la ordenación autonómica… seguían las huelgas y las revueltas, respondidas con acciones tan duras como los 25 muertos en el motín anarquista de Casas Viejas. Algunas decisiones no tenían suficientemente dispuesta a la sociedad: la ley del divorcio, el reconocimiento de la Unión Soviética; otras, como la expulsión de los jesuitas, parecían exageradas. Y otras, levantaron contra la República poderosos enemigos, como la reforma agraria o la del Ejército.
{| cellspacing="0" cellpadding="0" style="margin-top: 0; float:left; margin-right: 10px; margin-left: 0px; margin-bottom: 0em"
</li>
</ul></div>
En 1933 ganan las elecciones las derechas (mientras Hitler llega al poder en Alemania), las reformas se frenan y el PSOE responde se lanza en octubre de 1934 con a una acción general revolucionaria (varios 1.800-2.000 muertos por en toda España) , que sólo solo triunfa en Asturias. Allí se dinamita la Cámara Santa de la catedral Catedral y se incendia la universidad (se perdió su biblioteca antigua) en medio del pillaje y los asesinatos. La República envía a Asturias a la Legión y a las tropas regulares de África , que actúan con similar violencia. Así que durante Durante 1935 las dos Españas se preparan para dirimir su enfrentamiento en las elecciones de febrero del 36. Triunfa el Frente Popular y en julio una gran parte del ejército se alza en armas, dirigido por el general Franco.
La rebelión sólo triunfó en algunas partes de España. Pero la audacia y la disciplina de los sublevados y la indecisión de los gobernantes, que prefieren armar al pueblo antes que apoyarse en el resto del ejército, de cuya lealtad dudan, conducen a una guerra civil que durará hasta 1939 y en donde hubo ocasiones con tanta agresividad en la retaguardia como en el propio frente.
Terminada la guerra, el general Franco establece una dictadura militar personal, de corte nacional católico, entre una violenta represión.
En sus primeros años, frente al aislamiento internacional, la dictadura intentó organizarse desde la autarquía y con las acciones territoriales esperables: grandes obras públicas sin posibilidad de resistencia de los que viven en el espacio afectados (pueblos enteros fueron trasladados), como la construcción de más de 500 embalses. YMientras, mientras la gran propiedad se mantiene intocable, se promueven planes de concentración parcelaria, acciones de colonización en nuevos pueblos, y construcción de redes para almacenamiento del cereal (los silos). Importante fue el denominado Plan Badajoz con amplios trasvases de población.
A partir de 1959, (el aislamiento ya había cesado por la ''guerra fría)'', se aplican programas tecnocráticos (los planes Planes de desarrolloDesarrollo) con polos y polígonos industriales en todo el país. Hay una indudable progresión económica, se crea una amplia capa de clases medias urbanas y la población activa agraria baja al 10% por la emigración hacia los centros industriales. España pasase cuenta, asíalgunos años, a ser como la duodécima décima potencia mundial. Pero en 1975 no se deseaba la continuidad de la nadie quería ya seguir con una dictadura y el país clama por volver vuelve a un sistema democrático.
{{ANEAutoria|Autores= María Sánchez Agustí, José Antonio Álvarez Castrillón, Mercedes de la Calle Carracedo, Daniel Galván Desvaux, Joaquín García Andrés, Isidoro González Gallego, Montserrat León Guerrero, Esther López Torres, Carlos Lozano Ruiz, Ignacio Martín Jiménez, Rosendo Martínez Rodríguez, Rafael de Miguel González}}
{{ANESubirArriba}}{{ANETextoEpigrafe
|epigrafe=
Crisis de la restauración y primera dictadura
}}
Muerto el dictador, se inicia el proceso conocido como “transición” que condujo a España hacia una democracia parlamentaria de carácter occidental. Los dirigentes que él nombró, en la confianza de que perpetuarían el militarismo franquista, entendieron que eso era un anacronismo sin sentido y los dirigentes antifranquistas (en el exilio o en la clandestinidad) coincidieron en la necesidad de conducir al país hacia su identificación con Europa; fue preciso asumir renuncias de unos y de otros.
Se podría decir que la transición emerge en 1976 (mapa Referéndum sobre la reforma política), culmina en 1978 (aprobación de la Constitución), se consolida en 1979 (mapa Elecciones municipales de 1979. Triunfo de la izquierda en las capitales de provincia) y se ha hecho historia cuando, tras fracasar el intento de golpe de Estado de Tejero, desaparece el secular protagonismo castrense, llega al gobierno el Partido Socialista y España forma parte de la OTAN y de la Comunidad Europea. Pero ¿por qué se dice que emerge? Los historiadores estudian cómo, bajo la tensa superficie franquista, desde finales de los años sesenta, España había desarrollado una confluencia de “transiciones” sociales, económicas o culturales, de las que la transición política, muerto el dictador, acabó siendo sólo el inexorable final. El país dejaba atrás la división social bipolar, que los viejos políticos preferían agitar, incapaces de superarla. Ahora, por el contrario, los nuevos construyen para todos una democracia en libertad. Y España se presenta frente a su propia historia, a los 500 años de 1492, como una nación unida, ausente de rencores, diáfana, potente y abierta al mundo. Las generaciones españolas actuales sabrán así, con la memoria fiel del anterior pasado divisorio, afrontar con eficacia el siglo XXI.
{{ANEAutoria|Autores= María Sánchez Agustí, José Antonio Álvarez Castrillón, Mercedes de la Calle Carracedo, Daniel Galván Desvaux, Joaquín García Andrés, Isidoro González Gallego, Montserrat León Guerrero, Esther López Torres, Carlos Lozano Ruiz, Ignacio Martín Jiménez, Rosendo Martínez Rodríguez, Rafael de Miguel González}}
{{ANESubirArriba}}
{| cellspacing="0" cellpadding="0" style="margin-top: 0; margin-right: 0; margin-bottom: 1em; margin-left: 0px; float:right; margin-right: 0px; width: 100%"