Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar los servicios que ofrece y optimizar la navegación. Si usted continua navegando, consideramos que acepta su uso. Más información

Cambios

Saltar a: navegación, buscar

Discusión:Movimientos migratorios

3 bytes añadidos, 15 abril
sin resumen de edición
Esta población se distribuye de forma desigual sobre el territorio (mapa ''[[:Archivo:Espana Poblacion-extranjera-municipal 2021 mapa 18817 spa.jpg|Población extranjera]]''). Una décima parte del total reside en el municipio de Madrid (768.000) y otros casi 450.000 en Barcelona. Muy por debajo de estos dos núcleos, València, Palma y Zaragoza superan los 100.000 habitantes de origen extranjero. El resto se localiza en otros grandes centros urbanos, bien sea aislados o bien formando ejes más o menos definidos, como es la costa mediterránea, Baleares, el eje del Ebro entre Logroño y Zaragoza, y el sur de la provincia de Lleida. El resto, la España interior y la zona norte, cuentan con poca presencia numérica de extranjeros, aunque bien es cierto que, debido a la relativa debilidad demográfica de algunas de esas zonas, el peso porcentual que alcanza en algunos núcleos es muy considerable.
El análisis de la situación por sexos (mapa ''[[:Archivo:Espana Indice-de-feminidad-de-la-poblacion-extranjera 2021 mapa 18887 spa.jpg|Índice de feminidad de la población extranjera]]''), muestra que en España hay más mujeres de origen extranjero que hombres, como ocurre también con el conjunto de la población del país, aunque local y comarcalmente la preponderancia de los hombres pueda ser importante. Esto ocurre, sobre todo, en áreas de importancia agrícola y ganadera intensivas, como el poniente almeriense, la costa murciana, así como el valle del Ebro (en torno al límite entre Navarra y la La Rioja y al sur de Lleida).
En el mapa ''[[:Archivo:Espana Edad-media-de-la-poblacion-extranjera 2021 mapa 18890 spa.jpg|Edad media de la población extranjera]]'' destaca la concentración de personas con edad media avanzada en la Costa del Sol, Costa Blanca, Costa Brava, todo el territorio insular, Ceuta y Melilla. Salvo en estos dos últimos enclaves, este fenómeno tiene que ver con la migración de europeos de la tercera edad hacia esas zonas en búsqueda de sol y entornos residenciales ligados al retiro o al descanso. Por el contrario, en las dos ciudades autónomas , la elevada edad media de sus inmigrantes tiene que ver con una tradición emigratoria más antigua.
[[Archivo:Espana Evolucion-de-la-poblacion-extranjera-por-nacimiento 2008-2021 graficoestadistico 19018 spa.jpg|left|thumb|300px|Gráfico estadístico: Evolución de la población extranjera por nacimiento. 2008-2021. España. <br>]]
El origen de la población inmigrante viene marcado por el fuerte peso de las personas procedentes del continente americano (45%), seguido de los europeos (30%), los africanos (18%) y los asiáticos (7%) y es testimonial la representación de inmigrantes de Oceanía. El mapa ''[[:Archivo:Espana Region-mundial-de-nacimiento-de-la-poblacion-extranjera-municipal 2021 mapa 18892 spa.jpg|Región mundial de nacimiento de la población extranjera]]'' muestra su distribución municipal, mediante el índice de especialización por continentes de origen. Esto permite descubrir ciertos patrones de asentamiento, más allá de la importancia numérica de los contingentes poblacionales , ya que, para todos los continentes, las principales colonias se asientan en las áreas urbanas de Madrid y Barcelona.
Esto es especialmente claro en el caso de los nacidos en América, que en un 40% se asientan en las dos grandes áreas urbanas del país. De hecho, la capital está especializada en inmigrantes americanos (y también en asiáticos), ya que más de dos tercios de las personas que han nacido en el extranjero comparten ese origen. Sin embargo, es en otras zonas de España donde su presencia porcentual es más importante: preferentemente en la franja norteña (desde Galicia a Navarra) y en el archipiélago canario. Algunas ciudades como A Coruña, Vigo, Bilbao, Pamplona y Santa Cruz de Tenerife tienen más de un 60% de extranjeros nacidos en América. La importancia de las migraciones históricas hacia ese continente explica la fuerte presencia actual de americanos en esas regiones.
Los europeos están ampliamente sobrerrepresentados en los municipios de la franja costera, desde Huelva a Tarragona, en particular en núcleos especializados en la Costa del Sol y en la provincia de Alicante: Fuengirola, Mijas, Torrevieja y Orihuela son algunas de las ciudades en las que el porcentaje de personas nacidas en Europa supera el 50% del total de inmigrantes.
Las personas con origen africano destacan en los núcleos de población ligados a la actividad agrícola. Así, la costa onubense, el poniente de Almería, el Campo de Níjar, la Región de Murcia y el sur de la provincia de Alicante, junto al eje del valle del Ebro , tienen alta especialización en la población nacida en África. La excepción a esta lógica de distribución son las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Aquí, la contigüidad fronteriza con Marruecos y la larga tradición migratoria desde ese país hacen que el peso de la población africana eclipse todos los demás orígenes de los inmigrantes.
Finalmente, también hay muchos núcleos con sobrerrepresentación de inmigrantes procedentes de Asia, aunque, en el conjunto del país, su volumen sea muy modesto (algo más de 500.000 personas). Casi un tercio de estos reside en el área urbana de Barcelona, donde algunas ciudades periféricas (Santa Coloma de Gramenet, Badalona y Sant Adrià de Besòs) están fuertemente polarizadas en ese origen, y donde la propia capital catalana tiene una importante comunidad de personas nacidas en Pakistán y en China.
Históricamente España ha sido un país de emigrantes, con momentos álgidos en lo que se refiere a los flujos de salida de su población hacia otros países y continentes. Muy importante fue, por ejemplo, la emigración a América, que alcanzó cifras masivas entre 1880 y 1929. Se calcula que en ese período más de tres millones de españoles abandonaron el país con destino al continente americano, de los cuales dos millones retornaron, después de su estancia más o menos larga en ese continente. Algunos de ellos hicieron una notable fortuna y dieron lugar a su regreso a España a la conocida figura de los indianos, que tanta repercusión tuvo en el desarrollo económico, social y cultural del país durante esas décadas. El momento culminante de la tendencia migratoria hacia América aconteció en el albor del siglo XX, en especial durante su segunda década, con picos anuales en torno a los 200.000 emigrantes, pero con una interrupción brusca al desencadenarse la primera guerra mundial.
En la actualidad, la colonia española en el extranjero supera los 2,6 millones de personas, una cifra que no ha dejado de crecer desde el comienzo de la gran recesión de este siglo. Se trata de una población mayoritariamente oriunda de otros países, ya que solo uno de cada tres ha nacido en España. Los dos tercios responden generalmente a un doble modelo: los que han obtenido la nacionalidad española en su país de procedencia, por ser descendientes de españoles (muchos de los cuales ni siquiera han pisado España), y los naturalizados en nuestro país que, después de un período más o menos largo de residencia, han retornado a sus lugares de origen.
El reparto por continentes es muy desigual: tres quintas partes están asentados en América (1,5 millones), donde forman grandes colonias en Argentina, Estados Unidos, Cuba, México, Venezuela y Brasil; y algo más de un tercio en países europeos (cerca de 1 millón de personas, de los cuáles cuales 650.000 en la UE), preferentemente en Francia, Alemania, Reino Unido y Suiza. El resto de los españoles por el mundo (solo un 3,5% del total) se encuentran diseminados por Asia, África y Oceanía. Esta distribución tan polarizada solo es explicable en función de nuestras relaciones con Iberoamérica, la ya citada historia migratoria del siglo XX, y de la reciente salida de emigrantes hacia otros países, provocada por la crisis económica de comienzos de este siglo.
Los españoles residentes en el extranjero se caracterizan por una estructura demográfica equilibrada entre sexos y un envejecimiento ligeramente superior al de la población residente en territorio nacional. Sin embargo, las diferencias dentro de este grupo son enormes en función del lugar de nacimiento y de los continentes y países en los que viven: mientras los residentes en América tienen bastante más edad que la media, los que viven en Europa y –sobre todo– en África y en Asia son muchísimo más jóvenes, y presentan unas tasas de masculinidad más elevadas.
La otra cara de la moneda son los extranjeros que viven en España (''[[:Archivo:Mundo Inmigrantes-en-Espana 2021 mapa 18908 spa.jpg|Inmigrantes en España]]'' e ''[[:Archivo:Europa Inmigrantes-de-la-Union-Europea-en-Espana 2021 mapa 18913 spa.jpg|Inmigrantes de la Unión Europea en España]]''). Como se ha explicado antes, se utiliza como acercamiento a esta población la información sobre su lugar de nacimiento, ya que las naturalizaciones, bien sean por descendencia o bien por residencia, enmascaran la realidad migratoria. Por ejemplo, la colonia de nacionales ecuatorianos en España asciende a algo más de 120.000 personas. Sin embargo, cuando se consulta el dato sobre los nacidos en Ecuador afloran otras casi 300.000 personas que, procedentes de ese país, poseen nacionalidad española.
Antes ya se ha aludido al origen por continentes de esta población, que coloca a América en primer lugar del ranking. Sin embargo, al analizar más en detalle su procedencia, es un país africano –Marruecos– el que, con mucha diferencia, cuenta con más residentes en España (unas 930.000 personas). De hecho, siete de cada diez africanos residentes en España es oriundo son oriundos de ese país. Le sigue en importancia la colonia rumana (565.000 habitantes censados), cuya colonia fue durante varios años (2008-2013) la más numerosa, al superar los 800.000 afincados en España. Sin embargo, la mejora de las expectativas laborales y sociales en su país de origen ha hecho que desde 2012 su número haya disminuido paulatinamente, por efecto de los movimientos de retorno. Los siguientes países en representación numérica son todos ellos de Sudamérica: Colombia, Ecuador, Venezuela y Argentina. Se trata de colonias muy numerosas (de los 530.000 colombianos a los algo más de 300.000 argentinos), y caracterizadas por disponer de la nacionalidad española en un alto porcentaje.
Las trayectorias, sin embargo, han sido dispares. Los nacidos en Ecuador fueron los primeros en llegar a España y continuaron siendo mayoritarios hasta 2019, año en el que fueron relevados por los colombianos. Estos han tenido un crecimiento muy importante en el último quinquenio, solo comparable al desarrollo de la comunidad venezolana, que es la más reciente de las que cuentan con presencia relevante en España.
1985
ediciones

Menú de navegación