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Claudio Ptolomeo, sabio astrónomo, matemático y geógrafo, vivió en Alejandría hacia 100-170 y fue el bibliotecario de la famosa Biblioteca. En su tratado ''Geografía'' recopila los conocimientos de Hiparco, Estrabón y Marino de Tiro. Por primera vez describe un sistema de reticulado geográfico con meridianos de longitud y paralelos de latitud de unos 8.000 lugares del mundo conocido, ordenados por continentes, con diferentes proyecciones, por eso se denominó «geografía matemática», aunque contenía importantes errores. Trata de generalidades, de la construcción de globos y de la proyección de mapas. Contiene 27 mapas (mapamundis, continentales y regionales). Los mapas se transmitieron a partir de una versión dibujada unos años después de la muerte de Ptolomeo, que copiaron los códices griegos de finales del siglo XIII. Ptolomeo proporciona instrucciones para dibujar los mapas con suficientes coordenadas y referencias. El segundo mapa de Europa es el de Hispania con su organización administrativa en el siglo II: las tres provincias romanas y sus ciudades. El perfil está deformado de oeste a este y la latitud es más correcta.
[[Archivo:Mediterraneo Carta-portulana-del-Mediterraneo 1439 imagen 16807 spa.jpg|right|thumb|300px|Carta portulana del Mediterráneo. ''Gabriel Vallsecade Valseca. 1439. Biblioteca de Catalunya, depósito Museu Marítim de Barcelona'']]
La cartografía patrística medieval de Occidente fue difundida por Osorio e Isidoro. El mapamundi de forma circular de T en O ''(Orbis Terrarum),'' con Asia, África y Europa, se incorporó a las obras de san Isidoro y al ''Comentario al Apocalípsis de San Juan,'' de Beato de Liébana. En las copias de los siglos X al XIII se distinguen varios tipos. Jerusalén aparece en el centro rodeada de las tierras apostólicas; de forma esquemática se reconocen algunos lugares de Hispania, en donde predicó el apóstol Santiago. Esta familia de mapas evolucionó a formas ovaladas o rectangulares. Así, el mapamundi del Beato de Burgo de Osma (1086) representa las cabezas de los doce apóstoles colocadas en las tierras de su predicación.
La cartografía musulmana del siglo XII, particularmente la de El Idrisi, basada en las obras de Ptolomeo, superó a la patrística en precisión e información geográfica. Su ''Tabula Rogeriana'' (1154) representa la península ibérica con el perfil algo deformado.
Las cartas de navegación se transformaron a finales del siglo XII. Los marinos observaban su rumbo mediante la brújula y no necesitaban las cuadrículas graduadas que habían desarrollado los geógrafos de la Antigüedad. Los libros portulanos indicaban rumbos entre puertos, derrotas, distancias, relieve de las costas, vientos, corrientes, etc. Estos datos se dibujaron sobre un pergamino y así se formaron las cartas náuticas, de navegación o de marear, conocidas con el nombre de ''portulanos.'' Contienen redes de vientos o rumbos, que arrancan de puntos (nudos), situados sobre un círculo o corona de vientos. De cada nudo salen de 18 a 32 vientos prolongados, que se entrecruzan en todas las direcciones formando una red con aspecto de araña. Una rosa central se enlaza mediante líneas de vientos a otras rosas dispuestas en polígonos de 8 a 16 lados. A partir de unos puntos conocidos, mediante intersecciones, se obtenía la posición de otros desconocidos. La ruta trazada sobre el mapa proporcionaba el rumbo y la escala lineal, las distancias entre puertos en leguas marinas. La toponimia costera está escrita en sentido perpendicular al contorno de la Península. El interior está vacío u ornado con motivos iconográficos, banderas y topónimos de ciudades, especialmente en los ejemplares regalados a un monarca, noble o prelado. Las cartas náuticas corrigen el error de Ptolomeo de la longitud del Mediterráneo y su diseño se aproxima a la realidad. Sus autores fueron pisanos, genoveses y mallorquines. En Mallorca se hicieron dos tipos de cartas: las de uso exclusivo de la navegación y las náutico-geográficas, a las que se añadieron datos geográficos, flora, fauna y leyendas explicativas para recreo y formación de sus destinatarios. El más célebre es el ''Atlas catalán'' (1375), de Abraham y Fajuda Cresques, padre e hijo, encargado por el rey de Aragón Pedro IV el Ceremonioso. Su hijo, el infante Juan, se lo regaló al rey de Francia Carlos VI. También es importante la [[:Archivo:Mediterraneo Carta-portulana-del-Mediterraneo 1439 imagen 16807 spa.jpg|carta portulana del Mediterráneo]] de Gabriel de Vallseca Valseca (1439), que perteneció a Américo Vespucio. En los portulanos de las escuelas cartográficas catalano-mallorquina, italiana y portuguesa, y en las cartas de navegación del Atlántico se encuentran, pues, las primeras imágenes de la península ibérica, con la silueta exterior correctamente trazada.
{{ANETextoAsociado50
|titulo=Hispania moderna (''Geografía'', 14561459-1460)
|contenido=[[Archivo:Espana Tabula-Nova-Hispaniae 1456 imagen 16809-00 spa.jpg|left|thumb|none|300px|Tabula Nova Hispaniae. ''En: Claudio Ptolomeo'', Geografía, ''1456. Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca. Códice 2586'']]
Este mapa se añadió al códice de la ''Geografía'' de Ptolomeo del , fechado en 1456 en el colofón. El códice perteneció al cardenal gerundense Joan Margarit y Pau, embajador de los Reyes Católicos y humanista. En ''Paralipomenon Hispaniae Libri Decem, Margarit'' concibió Hispania como una realidad histórica, cuando se preparaba la unión de Castilla y Aragón. El mapa se diseñó en Italia. A mediados del siglo XV, Nicolaus Germanus, Pietro del Massaio y Hugo Comminelli formaron los mapas modernos de la península ibérica y de otros países europeos. El de Margarit ofrece novedadesles supera en diseño y precisión. Se inspira en un portulano de la escuela catalano-mallorquina, según lo expresa en ''Paralipomenon'': «nuestra medida está contada por prueba, según la carta de los navegantes». El litoral está bien trazado y los Pirineos orientados (E-O). Las distancias entre puntos, marcadas con líneas rectas, unen lugares de la costa y del interior con medidas. El norte de África contiene líneas hacia Hispania, con fines comerciales y políticos. Seguramente se encartó en el códice durante el tercer viaje de Margarit a Italia (1459-1460). Recuerda al mapa impreso ''Spagna con le distancie de loci'', del Museo Correr de Venecia.}}
[[Archivo:Espana Hispania.-Descriptio-Secundae-Tabulae-Europae 1456 imagen 16808 spa.jpg|right|thumb|300px|''Hispania''. Descriptio Secundae Tabulae Europae. ''En: Claudio Ptolomeo, Geografía, 1456. Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca. Códice 2586'']]
Hasta mediados del siglo XV no se conocen mapas generales de España con topónimos y accidentes geográficos. Los primeros se añadieron a la ''Geografía'' de Ptolomeo, traducida del griego al latín por Jacobo Angelo de Scarperia, con dedicatoria al papa (1406-1410). Ptolomeo da unas pautas para diseñar los veintisiete mapas con suficientes coordenadas y referencias a los lugares, graduación, altura y proyecciones cilíndrica o trapezoidal. Así lo hicieron, hacia 1415, los humanistas Francesco di Lapacino y Domenico di Leonardo Boninsegni, tomando como modelo un códice griego. En principio, los mapas fueron acogidos con admiración porque presentaban detalles del mundo conocido. Sin embargo, en los portulanos se mostraba una imagen más actual que la que contenía la ''[[:Archivo:Espana Hispania.-Descriptio-Secundae-Tabulae-Europae 1456 imagen 16808 spa.jpg|Tabula Europa]]'' de Ptolomeo. Por eso, sus propietarios quisieron añadir, junto a los mapas tradicionales, otros modernos, llamados ''[[:Archivo:Espana Tabula-Nova-Hispaniae 1456 imagen 16809-00 spa.jpg|Tabulae novae]].'' Los más tempranos son los de la península ibérica, Italia, Francia, norte de Europa y Tierra Santa. Se trata de las primeras representaciones de mapas regionales contemporáneos inspirados en portulanos y en noticias de viajeros diplomáticos y peregrinos, que contribuyeron a identificar la toponimia y los accidentes geográficos del interior. En la primera mitad de siglo debió existir un mapa modelo de Hispania, diseñado en Florencia a partir de diversas fuentes de origen hispano (se menciona uno en el legado de bienes del humanista florentino Niccolò Niccoli, fallecido en 1437). De él se hicieron copias para añadir a los códices y ediciones de la ''Geografía'' de los siglos XV y XVI. Sus autores fueron Pietro del Massaio, pintor florentino, con su colaborador Hugo Cominelli, miniaturista de Mezières; Dominus Nicolaus Germanus y Henricus Martellus Germanus. Ofrecen una imagen de conjunto parecida, tomada de esa fuente común: proyección plana en , con los mapas regionales antiguos y modernos, los cuales carecen de en proyección plana o trapezoidal y sin escala, y regletas graduadas para el cálculo de latitudes y longitudes; . Las cartelas de los títulos rotuladas se rotulan en letras mayúsculas. Los mapas no son iguales porque los cartógrafos personalizaron el diseño de los accidentes geográficos, la traza del perfil de la costa, el curso de los ríos, la representación del relieve, la toponimia y la ornamentación de las cartelas. Los mapas más antiguos se conservan en los códices de las bibliotecas Nacional de Francia, Universitaria la Universidad de Salamanca y del Vaticano. El primero, de Pietro del Massaio, fue comprado por Alfonso V la Vaticana y de Aragón y I la Nacional de Nápoles en 1456Francia. El segundo primero perteneció al cardenal Juan a Joan Margarit y Pau (1456) y los . Los de la Biblioteca Vaticana a Niccolo Perotti, arzobispo de Siponto (1469) y a Federico de Montefeltro, duque de Urbino (1472) y el de la Nacional de Francia a Alfonso, duque de Calabria (ca. 14701475-1480).
Dominus Nicolaus Germanus diseñó unos mapas más atractivos, cambiando la delimitación de los contornos de los países y océanos, el tipo de montañas y lagos, etc. En la tercera recensión de la ''Geografía'' se formuló el mapa de España con las fronteras políticas y los nombres de sus reinos. Se actualizó la información política y geográfica con la unión de los reinos de Castilla y Aragón (1479) para representar el mapa de España del reinado de los Reyes Católicos. Por eso, Hispania está rotulada en mayor tamaño. En la cuadrícula se incorporaron los climas y grados. Por confusión, las Azores se sitúan en Finisterre. Sus códices sirvieron de modelo a la edición xilográfica de Ulm (1482, reimpresa en 1486). En ella, los nombres de los reinos de Hispania se marcan en diferentes colores. Ese mismo año de 1482 vio la luz en Florencia, en la ''Geografía'' en verso de Francesco Berlinghieri, el mapa ''Hispania Novella,'' grabado sobre plancha de cobre. El estilo del diseño es diferente, mejorando el perfil litoral, y la información geográfica similar, con los topónimos traducidos al castellano. Las sucesivas ediciones de la ''Geografía'' hasta la primera mitad del siglo XVI se inspiraron en los incunables. La romana de 1507, la de Venecia (1511), que introduce mejoras y moderniza el mapa de Hispania; la de Estrasburgo (1513), inspirada en la de Ulm, con nuevos datos geográficos; las de Estrasburgo de 1522 y 1525 siguen a las ediciones florentina (1482) y romana (1507-1508), con algunas variantes, que se vuelven a repetir en las de Miguel Servet 1535 (Lyon) y 1541 (Lyon-Vienne).
[[Archivo:Espana Nova-Descriptio-Hispaniae 1553 imagen 16810 spa.jpg|right|thumb|300px|''Hieronymus Cock'', Nova Descriptio Hispaniae, Amberes, ''1553. Biblioteca Nacional de España, MV/3'']]
En la cartela explica cómo corrigió los mapas de sus predecesores y mejoró la imagen de la Península, añadiéndole la información que él mismo recogió en su viaje por España. Por su calidad fue el mapa más plagiado por italianos y flamencos en varios formatos (Hieronymus Cock, Thomas Geminus, Mateo Pagano y otros). El mapa de Cock, ''[[:Archivo:Espana Nova-Descriptio-Hispaniae 1553 imagen 16810 spa.jpg|Nova Descriptio Hispaniae]],'' se grabó en Amberes (1553) siendo el primero de España publicado en Flandes. El de Geminus, ''Nova Descriptio Hispaniae,'' se abrió en Londres (1555) y está dedicado a Felipe II y María Tudor. Posiblemente fue un encargo real para mostrar España a sus súbditos ingleses. Supera a los anteriores porque dispuso de mejor información y quizás emplease datos del ''[[:Archivo:Espana Atlas-de-El-Escorial 1538 imagen 16811-00 spa.jpg|Atlas de El Escorial]]''. La situación de los pueblos es más real y la toponimia ha mejorado. Otros cartógrafos grabaron el mapa de Hispania a menor escala: Vincenzo Luchini, ''Hispaniae Descriptio'' (Roma, 1559) y Pyrro Pirro Ligorio, ''Nova totius Hispaniae Descriptio'' (Roma, 1559). Los de Dominicus Zenoi, ''Hispaniae Descriptio'' y Paulo di Forlani Veronese, ''Spagna,'' abiertos en Venecia (1560), copian a Luchini.
En conclusión, estos mapas son muy parecidos y se aprecian algunas diferencias en los perfiles, en los topónimos, en la traza de accidentes geográficos y en los ornamentos de las cartelas y de los mares.{{ANETextoAsociado50|
A partir de 1570, los atlas flamencos desplazaron a los mapas murales de España grabados en Italia. Los grandes centros geográficos se encontraban en la provincia de los Países Bajos perteneciente a la Corona española y que se conocía con el término de Flandes (actuales reinos de Bélgica y Países Bajos, Ducado de Luxemburgo y parte de Francia). Los mapas generales y regionales se abrían en Amberes, la ciudad más floreciente, y se publicaron en los atlas de Abraham Ortelius, Mercator-Hondius y Gerard de Jode. Sus mapas, muy ornamentados, circularon por las cortes europeas. Esta recopilación de autores y grabadores ha permitido el conocimiento de algunos mapas y planos de los que hoy no se conservan sus originales sueltos.
Gerard Kremer Mercator (1512-1594), natural de Flandes, fue el cartógrafo oficial de Carlos V y el más importante recopilador y editor de mapas, que combinó con la investigación y la crítica geográfica para dibujar y grabar sus mapas. Asumió la edición corregida de la ''Geografía'' de Ptolomeo y la formación de un ''Atlas'' atlas moderno, que presentaba su visión del mundo, publicándola por tomos desde 1585hasta su muerte en 1594. Su hijo Rumuld continuó su publicación bajo el título ''Atlas sive cosmographicae meditationes de fabrica mundi et fabrica figura'' (1595). El título rinde homenaje a Atlas, legendario rey de Mauritania, sabio astrólogo y estudioso de la esfera terrestre, al que se supone artífice del primer globo y se le representa como un gigante que soporta la bóveda celeste sobre sus hombros. Aparece en la portada del segundo tomo (1589)arquitectónica. Este término se perpetuó hasta nuestros días y es la primera vez que se denomina atlas a una colección de mapas encuadernados con un formato uniforme. A su muerte, su hijo Rumold reunió los materiales y publicó ''Atlas sive cosmographicae meditationes de fabrica mvndi et fabricati figvra'' (1595). La obra se completó en 1602.
''Theatrum Orbis Terrarum'' es el primer atlas geográfico universal moderno. La primera edición (1570) está dedicada a Felipe II, rey de España y de los Países Bajos. El mismo año se hicieron otras tres tiradas y en 1571 una segunda edición ampliada. El título es adecuado al contenido: ''Theatrum'' es el lugar donde puede verse todo el globo terrestre. En él reunió los mejores mapas por continentes, países y regiones, con una estructura parecida a la ''Geografía'' de Ptolomeo. Contiene 73 mapas compilados de 87 cartógrafos, que figuran en las cartelas y en una relación alfabetizada de autores con sus obras, siendo el primer repertorio de fuentes editado en un atlas. Los mapas fueron redibujados por Ortelius en formato homogéneo y grabados por Frans Hogenberg. Los ejemplares se iluminaron a la aguada. En la presentación, Ortelius dice: «cualquier cosa que leyéremos, teniendo delante de los ojos estas cartas como unos espejos de las cosas, queda más impreso en la memoria». Se elogia a los habitantes y sus costumbres y a los monumentos de los lugares; se citan autores clásicos y cronistas. Su finalidad es instruir al lector en su viaje visual por el mapa. Por primera vez aparece un frontispicio ilustrado con las alegorías de los continentes. Su trabajo fue muy reconocido en Europa.
[[Archivo:Espana Hispaniae-Nova-Descriptio 1606 imagen 16814 spa.jpg|left|thumb|300px|''Jodocus Hondius'', Hispaniae Nova Descriptio. ''En: Atlas'' sive Cosmographicae Meditationes de Fabrica Mundi. ''Ed. por Jodocus Hondius y Cornelis Claeszoon, Amsterdam, 1606, Biblioteca Nacional de España, MV/3'']]
En 1622 se emprendió otro proyecto oficial para la formación del mapa de España, bajo la dirección de Juan Bautista Labaña, catedrático de la Academia de Matemáticas, con la ayuda del portugués Pedro Texeira y de los ingenieros militares Gabriel de Santa Ana y Pedro Fernández Manjón. Texeira trabajaría en la descripción de las costas y los puertos; los demás, en el interior de la Península. Al principio se hicieron mediciones en el interior con métodos topográficos. Sin embargo, la muerte de Labaña (1624) y la de su sucesor Cedillo (1625), al igual que la de Santa María limitaron el proyecto a las costas y puertos para proteger la Península de los enemigos y facilitar la salida de las mercancías. Texeira asumió el trabajo y recorrió el litoral de España para dibujar y preparar la ''Descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos,'' con dedicatoria a Felipe IV (1634), siendo el proyecto cartográfico más importante del siglo. Contiene 87 hojas grandes con mapas y escudos pintados sobre vitela. El texto explicativo de los mapas, a diferencia de los atlas del siglo XVI comentados, se halla en otro libro manuscrito. Se hicieron tres ejemplares manuscritos del Atlas y de la descripción. Del primero, conocido como ''Atlas del rey Planeta,'' se conserva un ejemplar en la Biblioteca Nacional de Viena. Al comienzo incorpora un mapa de la Península a doble página, con escala gráfica y cuadrícula de latitudes. Le siguen los mapas regionales o de provincias con los detalles de las costas y puertos. Del texto descriptivo se conservan tres copias (Biblioteca Nacional de España, Biblioteca Nacional de Viena y British Library). En los archivos de la Universidad de Uppsala se guarda un ''Compendium Geographicum,'' con un mapamundi, un mapa de España y seis mapas de las costas cantábrica y gallega, que es un adelanto del trabajo definitivo que Texeira preparó (ca. 16251527-1534) para el marqués de Leganés para que le ayudase , solicitándole ayuda en el cobro de los emolumentos que no recibía. El mapa de España es inferior en calidad y número de datos. El del Atlas presenta el diseño definitivo fruto de nueve años de trabajo de campo, combinados con la consulta de fuentes para las zonas que no se pudieron reconocer, y tres años dedicados al dibujo de los mapas. Destacan los núcleos de población, la precisión de la topografía y red fluvial, la organización administrativa, la silueta del litoral, la proyección plana y los elementos decorativos y náuticos.
Ambos mapas de España superan los demás manuscritos e impresos que circularon por Europa durante ese siglo. Sin embargo, como ocurrió con los precedentes proyectos oficiales del mapa de España, la política de sigilo, hizo que no se difundiese esta imagen, quedando los originales en manos del monarca.
[[Archivo:Espana Nova-Regni-Hispaniae-Descriptio 1605 imagen 16813 spa.jpg|left|thumb|300px|''Willem Janszoon Blaeu'', Nova Regni Hispaniae Descriptio. ''Ámsterdam, 1605. Biblioteca Nacional de España, MV/3'']]
En 1605, Willem Janzsoon Janszoon Blaeu (Guiglielmus Janssonius) abrió ''[[:Archivo:Espana Nova-Regni-Hispaniae-Descriptio 1605 imagen 16813 spa.jpg|Nova Regni Hispaniae Descriptio]].'' Por primera vez se insertan, en los cuatro ángulos del mapa, vistas de las ciudades de Toledo, Valladolid, Sevilla y Lisboa. Sobre la cartela se alza el escudo de España flanqueado por dos leones y coronado por los atributos reales. A la izquierda caminan un caballero y una dama con trajes de época. Las viñetas se inspiran en las vistas de ''Civitates Orbis Terrarum'' de Georg Braun y Franz Hogenberg. Se publicó como mapa exento y los datos geográficos se inspiran en el de fray Vincenzo Paletino de Curzola(1551).
En parecido estilo, pero más rico en viñetas y ornamentos, Henricus Hondius abrió ''Nova Hispaniae Descriptio'' (ca. 1610). El mar se orna con rosa de vientos, rumbos y navíos. Por los cuatro lados del mapa, se orna con vistas de ciudades en cartelas ovaladas y figuras masculinas y femeninas representativas de tres estamentos sociales: nobles, comerciantes y campesinos, cobijadas en rectángulos con leyendas explicativas en latín. Las cuatro ciudades importantes: Lisboa, Toledo, Sevilla y Valladolid se sitúan en la parte inferior, en mayor tamaño, enmarcadas por un medallón con el busto de Felipe IIIIIII. Otras seis vistas de ciudades: Alhama, Granada, Bilbao, Burgos, Vélez Málaga y Écija, en menor tamaño, se sitúan en la parte superior del mapa. Esta tradición ornamental será continuada en Amsterdam por JanssonJanszoon, Visscher, Danckerts y Speed. En 1631, Henricus Hondius abrió otro mapa, rectificando la información geográfica de Cataluña. La cartela se sitúa encima de los Pirineos y el escudo de armas de Felipe III IV en la parte inferior. Del mismo año es el de Willem Janszoon Blaeu publicado en ''Appendix Theatri A. Ortelii et Atlantis G. Mercatoris.'' En esteéste, la cartela se sitúa sobre los Pirineos en el borde inferior derecho y el escudo de armas en el borde inferior derechosobre los Pirineos. Los Blaeu continuaron publicando grandes atlas durante el siglo XVII: ''Theatrum Orbis Terrarum sive Atlas Novus'' de Willem (16301635) , en cuatro idiomas y dos volúmenes, y ''Atlas Maior'' o ''Geographia Blaviana,'' de Joan, siendo este el mayor y más bello editado en 11 volúmenes (1662) con todo tipo de detalles, gran calidad en el grabado, estampación y coloreado manual. El mapa de España de ambos: ''Regnorum Hispaniae nova Descriptio'' es de la misma plancha y solo se cambia el nombre del editor ''Guilielmus'' y ''IoanumIohanum''. Se inspira en el mapa mural de Petrus Kaerius.
Entre los últimos mapas con información geográfica actualizada, destacamos el mapa ''Parte Orientale della Spagna. Parte Occidentale della Spagna'', del franciscano Vincenzo M. Coronelli, publicado en ''Atlante Veneto'' (Venecia, 1690-1696). Otro grabador, Frederick de WittWit, compró planchas de las casas Hondius-Janssonius y las pocas que se salvaron del incendio (1672) del establecimiento Blaeu, y las retocó.
Los mapas de España impresos en atlas durante este siglo se formaron a partir del comercio de las planchas de las principales familias de cartógrafos, a las que se fueron practicando retoques para corregir o actualizar la información geográfica y mejorar su aspecto artístico, cambiando cartelas y elementos decorativos. Por eso, apenas se aprecian cambios y a veces es difícil reconocer autorías y fechas. Sin embargo, muchos mapas perdidos se conocen de los ejemplares impresos en los atlas de los siglos XVI y XVII. Ninguno de estos mapas logró superar, en calidad y precisión, al mapa manuscrito de Pedro Texeira.
[[Archivo:Espana Exposicion-de-las-Operaciones-Geometricas 1739-1743 imagen 16815 spa.jpg|left|thumb|300px|''Carlos Martínez y Claudio de la Vega, de la Compañía de Jesús'', Exposición de las Operaciones Geométricas hechas por Orden del Rey N. S. Phelipe V en todas las Audiencias Reales situadas entre los Límites de Francia y de Portugal para acertar a formar un mapa exacto y circunstanciado de toda la España, ''1739-1743, Biblioteca Nacional de España, MR/33-41/224'']]
Para cumplir los deseos del monarca, el marqués de la Ensenada, encargó a los padres jesuitas Carlos Martínez y Claudio de la Vega, profesores del Colegio Imperial de Madrid, el levantamiento de un [[:Archivo:Espana Exposicion-de-las-Operaciones-Geometricas 1739-1743 imagen 16815 spa.jpg|mapa general de España]], detallado y exacto, a partir de un conjunto de operaciones geométricas realizadas en las Audiencias del Reino. El [[:Archivo:Espana Exposicion-de-las-Operaciones-Geometricas 1739-1743 imagen 16815 spa.jpg|mapa]] se formó entre 1739 y 1743 y está dedicado al marqués de la Ensenada. Consta de 36 hojas a escala 1:440.000. Le falta Galicia, Asturias, León, una parte de Castilla la Vieja y las islas Baleares y Canarias, que no se pudieron dibujar por la carencia de observaciones astronómicas y de buena cartografía de esas zonas. El trabajo de campo fue reducido y las observaciones astronómicas imprecisas, sin paralelos ni meridianos y con mayor uso de la cartografía regional existente. En él se indican divisiones territoriales creadas por el Decreto de Nueva Planta y los límites de reinos y provincias. Una copia del manuscrito, montado sobre tela, se guarda con los fondos de la Real Sociedad Geográfica en la Biblioteca Nacional de España. El mapa no cumplió las necesidades del Estado y quedó interrumpido.
Al regresar de la expedición a Perú, Jorge Juan permaneció un año en París aprendiendo la técnica de levantamiento de los Cassini. En España preparó un detallado plan para la península ibérica basado en una red geodésica y topográfica similar al mapa de Francia. Las ''Reglas o Instrucciones'' para su formación fueron redactadas por Jorge Juan y Antonio de Ulloa hacia fines de 1749 y comienzos de 1750. Una ordenanza dirigida a los Intendentes (1749) disponía que los ingenieros formasen mapas de las provincias y, si tuviesen dificultades, las consultasen a Jorge Juan y a Antonio de Ulloa. En junio de 1751, siendo director de la Real Compañía de Guardias Marinas, Jorge Juan presentó el presupuesto del proyecto a la Secretaría de Estado y del Despacho Universal de Marina. El ''Método de levantar y dirigir el mapa o plano general de España, con reflexiones a las dificultades que pueden ofrecerse, por Jorge Juan, capitán de navío de la Real Armada'' fue acogido favorablemente. Le acompañan unas ''Reflexiones sobre el método de levantar el mapa general de España.'' El marqués de la Ensenada lo impulsó con interés porque deseaba que España tuviese un mapa nacional a la altura del que tenían otros países europeos. El mapa, a escala 1:100.000, sería levantado por con los métodos más modernos y asumido por el Estado, siendo muy valioso para la confección del catastro en el reino de Castilla y el fomento de la economía y de las comunicaciones. Los instrumentos necesarios se fabricaron en París y Londres.
El Secretario de Estado se lamentaba de que los únicos mapas generales que había impresos contenían muchos errores por haber sido abiertos por holandeses, franceses o italianos, debido a la carencia de buenos grabadores y cartógrafos españoles. Por eso, en 1752, envió a París como pensionistas reales a los geógrafos Tomás López y Juan de la Cruz Cano y Olmedilla para perfeccionarse en el dibujo y grabado de mapas, estudiar geografía y trabajar en el levantamiento del mapa de España. Les acompañaron los grabadores Manuel Salvador Carmona y Alonso Cruzado. Durante ocho años, los pensionistas aprovecharon las enseñanzas de sus maestros. Tomás López estudió geografía en el colegio de Mazarin y asistió al estudio de Jean Baptiste Bourguignon d’Anville, prestigioso geógrafo del rey francés.
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